Hace nueve temporadas que el Real Madrid no juega un partido de Liga en Vallecas, en concreto desde la temporada 2002/03 cuando los blancos lograron imponerse por 2-3. A pesar de la victoria, ese encuentro fue un claro ejemplo de las dificultades que suele plantearle el Rayo al equipo blanco cuando los dos se miden en el barrio madrileño, ya que el Estadio de Vallecas no es precisamente el idóneo para el juego de toque y velocidad que practica el Madrid. Los futbolistas merengues están más habituados a las medidas del Bernabéu, 106x70 metros, y esa diferencia se nota a la hora de jugar en un campo de menores dimensiones.
Además, el Rayo Vallecano podría intentar sacar partida de una de las grandes debilidades blancas en este principio de 2012: el juego de estrategia, especialmente aéreo. En Moscú el Madrid volvió a dejarse el triunfo en una jugada a balón parado, confirmando los problemas del equipo en acciones en estático. Algo que ya pasó en el partido de ida jugado en el Bernabéu, cuando Michu marcó el segundo tanto visitante tras una jugada similar. Aunque, eso sí, la ventaja con la que cuenta el Real es que el Rayo no está siendo muy fiable esta temporada en casa, donde ya ha perdido seis partidos (Mallorca, Levante, Espanyol, Valencia, Sporting y Athletic). Así que si estos equipos pudieron, los de Mourinho no deberían ser menos.
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