El Madrid no sintió ni un ápice de presión

Los blancos se pusieron otra vez con 10 puntos de ventaja





La presión residía en verse a siete puntos, una diferencia que en otra situación sería para estar satisfechos. Pero lo cierto es que los diez puntos ya venían siendo costumbre, por lo que el Real Madrid debía recuperarlos imponiéndose al siempre complicado rival catalán. La ventaja era que jugaba ante su público, en un campo donde los blancos solo habían cedido los tres puntos ante el F.C. Barcelona. Doce partidos previos y once triunfos, así que la victoria era una necesidad asequible en este fin de semana.

Al final el Madrid ha cumplido con su objetivo y ha vuelto a estirar la goma en la cabeza de la clasificación. Por lo pronto, esta jornada no estaba marcada en la agenda de los aficionados como susceptible de ampliar las diferencias respecto a los azulgranas, por lo que habrá que esperar a lo que sucede en la próxima. Entonces, el Madrid visitará el sábado Benito Villamarín del Betis y el Barcelona hará lo propio el domingo con el Sardinero del Racing, de forma que habrá más opciones de que el balance sea positivo para los merengues.