El técnico portugués ha disputado dos eliminatorias a doble partido de octavos de final en Europa con el conjunto blanco. En ambas, el Real Madrid ha conseguido clasificarse: el año pasado ante el Olympique de Lyon, y ahora frente al CSKA de Moscú.
Por suerte, parece que han quedado atrás los tiempos en los que equipos como el Bayern de Múnich, la Roma, el Liverpool, el Arsenal o el propio Lyon dejaron en la cuneta al Madrid en octavos de final, una ronda excesivamente ‘tempranera’ para un equipo del historial del merengue. Con Mourinho el año pasado el Real Madrid ya logró llegar a semifinales y de no ser por el colegiado Stark en la ida, y por De Bleeckere, en la vuelta, hubiera eliminado al Barcelona con total seguridad para plantarse en la finalísima. De momento, en esta temporada ya ha llevado a los blancos a cuartos de final. Mourinho ha conseguido transformar la psicosis de los octavos en un plácido paseo. Como debe ser.
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