Con la cuarta marcha, a cuartos

El Real Madrid tiró de efectividad para superar al CSKA y plantarse en los cuartos de final de la Champions (4-1)





En los últimos tiempos se ha convertido en un clásico que los equipos visitantes comiencen adelantándose en el Bernabéu. Ha pasado esta temporada en varias ocasiones con conjuntos como el Rayo, el Granada o el Zaragoza. Parece que es una tradición nueva de este Madrid que luego todo lo remonta, bien es cierto. En esta ocasión, tal vez porque se trataba de una competición diferente, el CSKA no puso el 0-1. Eso sí, no lo hizo pero lo tuvo en su mano. Mejor dicho en los puies de Doumbia, que logró rematar algo forzado pero en posición de cazador total. Si la envío fuera fue porque el aliento de un defensa del Real Madrid sopla más que un huracán.

Después de esta dosis de perdón del equipo ruso, el Madrid se tranquilizó. Agarró la pelota y sin necesidad de acular a los rusos sí que fue amasando el cuero y las sensaciones se fueron transformando en positivas. Eso sí, las señas de identidad de este equipo se mantienen vivas a todas horas. Valga como muestra un robo de balón de Cristiano Ronaldo que acabó en un remate de Kaká que se marchó fuera por poco. Fue el primer acercamiento blanco, necesario para decirle al CSKA que el Madrid también sabía encontrar la portería adversaria.

Si Kaká dio el aviso en forma de remate desviado, el que no iba a perdonar su primera ocasión de entrar a matar fue Higuaín. Bien es cierto que todo llegó en una jugada plagada de locura, pero tan válida como el mejor gol de la historia. En tres toques fue capaz el Madrid de marcar. Khedira, Kaká e Higuaín lo plasmaron. El largentino con la punta del pie hizo que la belleza del gol pareciera sublime. El Madrid reforzaba su ventaja. Falta le hacía. Ahora podía replegarse o amasar. Él tenía la capacidad de decidir.


Aunque si hay que hablar de nombres y de jugadores decisivos es un pecado no nombrar a Cristiano Ronaldo. Es evidente que el luso está de dulce, que marca de todas las formas habidas y por haber, de cabeza, con la derecha, con la izquierda, de penalti…y por supuesto desde fuera del área. Le preguntaron en la rueda de prensa previa al partido ante el CSKA si quería la revancha ante Chepchugov porque éste le había sacado varios balones en el partido de ida. Con picardía, Cristiano respondió ese ‘vamos a ver qué pasa en el partido’. Esa frase llevaba implícito un recado para el portero ruso de ‘ya verás la que te espera’. El portugués sí que se vengó, y además lo hizo con un remate en el que el mencionado Chepchugov colaboró tragándose el cuero. La venganza se la sirvió CR7 de la forma más dolorosa posible. Y más valiosa también, porque los rusos ya no necesitaban un gol para sobrevivir, sino que sólo les valía hacer dos. Una utopía según estaban dándose las cosas por el césped, y eso que Doumbia le buscó las cosquillas a Casillas en un balón dividido que le ganó pero que envió a la Plaza Roja en lugar de a la portería.

Ficha Técnica

Real Madrid 4: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Kaká (Granero 75’), Özil (Lass 87’), Cristiano Ronaldo; Higuaín (Benzema 68’)

CSKA 1: Chepchugov; A. Berezutski, V. Berezutski, Ignashevich, Shennikov; Musa (Oliseh 59’), Wernbloom, Aldonin (Mamaev 46’), Tosic (Necid 80’); Dzagoev y Doumbia

Goles: 1-0 Higuaín (25’), 2-0 Cristiano Ronaldo (55’), 3-0 Benzema (69’), 3-1 Tosic (76’), 4-1 Cristiano Ronaldo (93')

Árbitro: Stephane Lannoy. Amonestó a Chepchugov, V. Berezutski, Xabi Alonso

Estadio: Santiago Bernabéu (69.000 espectadores)

A pesar de que Mourinho había deslizado que jugaría con tres delanteros y casi todo el mundo apostaba por la tripleta Higuaín-Cristiano-Benzema, lo cierto es que los tres no coincidieron sobre el campo, eso sí, los tres mojaron. Si Higuaín y Cristiano habían logrado los dos primeros, Benzema también tuvo el suyo. Curioso caso el del francés, ya que no llevaba ni un minuto sobre el campo cuando se encontró un balón dentro del área por gentileza de Cristiano. Su primer remate se lo sacó el portero, el rechace no. Es lo que se conoce como llegar y besar el santo. Los tres tenores ofensivos tenían cada uno su pieza. Y bien cantada.

Con el Madrid clasificado para cuartos por sensación y superioridad, el CSKA se mostró más peligroso. No tenía nada que perder y soltó varias contras peligrosas. En una de ellas, un espectacular remate de Tosic se acomodó en el larguero de Casillas y acabó dentro de la portería. Un gran gol para un CSKA que hizo lo que pudo y que aguantó el tipo sin venirse abajo al estilo Basilea o Leverkusen. Incluso, apretó más de lo esperado en los instantes finales y lograron sacar algún suspiro de la grada del Bernabéu. Cristiano Ronaldo, en el último suspiro, empujó una asistencia de Benzema para hacer más grande la brecha en el luminoso. Tal vez demasiado castigo para el correoso CSKA.

No fue el mejor partido del Real Madrid en lo que llevamos de temporada, seguro, pero los blancos superaron con relativa comodidad la primera piedra en el camino hasta Múnich. No hubo necesidad de apretar el acelerador hasta el fondo, bastó con acerlo a ratos y mientras duró la gasolina. Eso sí, en cuartos se necesitará un poco más...máxime sin Xabi Alonso en el partido de ida. Esta vez, al menos, hubo lógica y el fantasma de los octavos parece cosa del pasado.