El Apoel, una 'perita' no tan dulce

Analizamos al próximo rival del Real Madrid en Liga de Campeones





El cuadro chipriota se ha metido en cuartos de final de la Liga de Campeones dejando atrás a numerosos equipos. No en vano, los de Nicosia entraron en competición en segunda fase de las rondas previas, dejando en la cuneta a clubes con poca tradición europea como el Skenderbeu, el Slavia de Bratislava o el Wisla de Cracovia. En la fase de grupos, les tocó lidiar con equipos como el Zénit de San Petersburgo, el Shakthar Donestk o el Oporto, tres de los últimos cuatro campeones de la UEFA. Aún así, el Apoel logró clasificarse como segundo de grupo igualado a puntos con el primero, el Zénit.

En la eliminatoria de octavos de final, el conjunto chipriota dejó fuera a todo un Olympique de Lyon, igualando una eliminatoria que comenzó perdiendo en Gerland. Pese al 1-0, un gol de Manduca llevaría el partido a la prórroga y posteriormente a los penaltis, donde se impondría el conjunto menos experimentado en competición europea. La afición del estadio GSP llevó en volandas al equipo, una afición caliente, de las que animan todo el partido. Todo un infierno en las gradas que aglutinará a cerca de 23.000 aficionados.

Con una media de 30 años de edad, los futbolistas más destacados de la plantilla del Apoel son brasileños. Ailton Almeida y Manduca son los dos hombres a tener en cuenta, aunque el segundo de ellos no podrá estar en el encuentro de ida por sanción. Del mismo modo, los chipriotas cuentan entre sus filas con el hermano de un viejo conocido del madridismo. Esteban es el nombre del pequeño de los Solari, un apellido que trae buenos recuerdos al Real Madrid. Otro viejo conocido de la afición española es el portero suplente, Urko Pardo, salido de la cantera del FC Barcelona.

El mayor defecto del equipo chipriota no es otro que sus deficiencias por arriba, ya que no ha conseguido hacer ni un solo gol de cabeza en toda la fase final de la competición. En ésta, ha marcado un total de siete goles y ha encajado otros tantos en ocho partidos, demostrando que sabe rentabilizar muy bien cada tanto conseguido. Por otro lado, ha visto 26 cartulinas amarillas en estos encuentros, una prueba de la intensidad con la que juega el cuadro chipriota, que nunca ha conseguido ganar a un equipo español (en diez enfrentamientos, cinco empates y cinco derrotas).