Paradas Romero: Atraco a las diez

El colegiado Paradas Romero se encargó de 'choricearle' dos puntos al Madrid





Ya lo veníamos anunciando en DC en las horas previas al partido. Paradas Romero tenía antecedentes que ponían en guardia al madridismo, ya que fue el mismo colegiado que expulsó la temporada pasada a Mourinho ante el Murcia y en la presente a Di María ante el Rayo Vallecano. Pues bien, el malagueño ha hecho honor a las expectativas y ha cuajado una pésima actuación, masacrando al Real Madrid a base de tarjetas a pesar de que el Villarreal ha sido el equipo que se ha empleado con más agresividad en el encuentro.

De hecho, Romero ha tardado cuatro minutos en enseñarle la primera amarilla a Lass por una falta normal sobre Senna en el centro del campo. Tras ella en la primera parte llegaron muchas más, especialmente para un Villarreal sobre excitado. Marco Rubén, Cani, Mario y Ángel vieron la amonestación; mientras que en el Real Madrid Xabi Alonso y Pepe también se llevaron la tarjeta. De hecho, Callejón se llevó un pisotón de Bruno que debería haber sido tarjeta roja pero que Romero obvió mezquinamente. Pero el colmo llegó con el central portugués, quien vio cómo además de llevarse un codazo de Musacchio que le abría el labio el trencilla le amonestaba por quejarse de ello. Ver para creer.

Pero solo era el comienzo, porque el Villarato tenía algo preparado. Y muy grande, histórico. Una masacre en toda regla, una caza al blanco vergonzosa, abochornante para el fútbol español. Al regreso del túnel de vestuarios, el primero en caer fue Rui Faria. El ayudante de Mourinho vio la cuarta expulsión de la temporada por unas simples protestas desde el banquillo. Luego llegaría el perdón a Cani de una merecida amarilla.

Inmediatamente después el Madrid marcó su gol y encarriló el encuentro. El equipo se las prometía muy felices, pero Paradas decidió meterle mano al partido. Una acción de Altintop, en la que tocaba balón, fue el preludio del gol de Senna. El trencilla marcaba falta a petición de su juez de línea, cuando no había nada en la acción del turco. El brasileño ejecutaba el empate y saltaba la banca, se abría la veda. 


El Real Madrid terminó de desquiciarse ante este robo y Mourinho era el siguiente que veía el túnel de vestuarios. Sus quejas por la no falta del Altintop le pasaban factura. Tras él, Ramos. El sevillano vio la roja por una entrada en la que se pasó de revoluciones. Segunda amarilla y Paradas cumplía con su objetivo. Pero aún le faltaba la traca final. Echar a Özil por aplaudir sus decisiones de forma irónica. En tres minutos, el colegiado le quitaba dos puntos al Madrid y esquilmaba un trocito de sus ilusiones. Con nueve a falta de casi diez minutos por jugar.

A partir de ahí el equipo tiró de casta e incluso llegó a encerrar al Villarreal en su campo. El andaluz dio cuatro minutos de descuento, pero pitó cuando quedaban diez segundos para el final. En ese momento atacaba el Real Madrid, por supuesto. Hasta estando con dos hombres menos el colegiado encontró la forma de masacrar al equipo blanco. Cuatro expulsiones, una falta injusta preludio del tanto, agresiones de Musacchio y Bruno sin sanción. Menos mal que, según el barcelonismo, esta temporada los colegiados beneficiaban al Real Madrid. Guardiola y los suyos pueden estar contentos.