El central ya cuajó una gran actuación en el encuentro que el pasado sábado midió al Real Madrid con la Real Sociedad. Este choque fue el duodécimo del jugador con la camiseta del Real Madrid, pues ha disputado 7 en Liga, 3 en Champions y 2 en Copa del Rey. Lo más curioso de todo es que, de ellos, solo disputó tres encuentros a domicilio: en Liga ante el Racing de Santander (0-0), en Copa ante la Ponferradina (0-2) y en Champions ante el Ajax (0-3). Es decir, que parece evidente que Mourinho ha intentado esta temporada no someterle a grandes presiones al no hacerle jugar en terrenos hostiles con el equipo.
Y es que Varane cumplirá el próximo 25 de abril 19 años, una edad muy corta en la que la inexperiencia puede acabar pasando factura. Sin embargo, hasta el momento el galo está mostrando una madurez poco habitual en el mundo del fútbol y ya se ha ganado por méritos propios ser el tercer central de esta plantilla tras Ramos y Pepe. Mourinho ha querido irle fogueando poco a poco, a ser posible en partidos en el Santiago Bernabéu. Pero ahora puede que el jugador está ante el primer gran reto de su carrera, responder en una plaza tan exigente como la del Reyno de Navarra.
El sábado se espera un ambiente de gran presión en contra del Real Madrid. El campo del Osasuna suele ser uno de los más hostiles contra el equipo blanco, por lo que Varane tendrá que afrontar probablemente el partido más difícil desde que fichó por este club. El equipo navarro es un conjunto que utiliza mucho el juego físico para sacar adelante sus partidos, así que Varane tendrá que emplearse a fondo para evitar que los rojillos le den un disgusto al líder de la Liga. Hace varias semanas el culé Piqué ya acabó pagando caro allí su bajo estado de forma, así que el encuentro será el mejor examen posible para medir las capacidades del francés. Si consigue superar la prueba con éxito, no cabe duda que Varane se habrá graduado como el central del futuro del Real Madrid.
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