Tan sólo habían pasado diez horas desde el exigente partido ante el Valencia, y los hombres de José Mourinho ya tenían la mente puesta en el derby del Calderón. Los futbolistas blancos quieren demostrar ante el Atlético de Madrid que esta liga no se les va a escapar. Desde el vestuario se manda un mensaje de tranquilidad, unidad y ambición, ante lo que se avecina durante el próximo mes.
Mourinho, para evitar suspicacias y posibles comentarios, ha decidido no concentrar al equipo en la noche previa al derby, y los jugadores podrán descansar en sus casas. Tal es la tranquilidad reinante en el vestuario merengue, que los jugadores declinaron hacer cualquier comentario sobre la actuación de Clos Gómez.
Marcelo fue el único que habló mínimamente sobre el tema: "Cristiano ha hablado conmigo y me ha dicho que le hicieron penalti. No hay que darle más importancia, el árbitro sólo ha tenido un error en un partido muy intenso". Así pues el mensaje está claro; tranquilidad y buenos alimentos para sacar la temporada adelante.
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