Un año del 'Cristianazo'

El 20 de abril de 2010 el Madrid ganó la mejor final de Copa del Rey de la historia





Casualidades del destino, los dos equipos se verán las caras 367 días después con trayectorias inversas a las de por aquel entonces. Porque si en ese 20 de abril de 2010 el Barça tenía encarrilada la Liga y en la Champions los dos conjuntos debían cruzarse en las semifinales; ahora el Real Madrid es el que tiene el título nacional en su mano y más opciones de estar en la final europea. Mucho ha cambiado todo desde entonces, pero lo que no ha variado ni un ápice es que ahora los dos equipos siguen aspirando a tener una temporada muy exitosa.

Para el partido del próximo sábado en el Camp Nou el madridismo debe aferrarse a la filosofía seguida en ese partido. La de la entrega, con un fútbol brillante por momentos y donde el esfuerzo de todos los jugadores fue encomiable durante los 120 minutos de encuentro. Porque los blancos fueron muy superiores en la primera parte gracias a la magnífica actuación de jugadores como Di María, Özil o Cristiano Ronaldo. Sin embargo, no hubo suerte y no pudieron superar a Pinto, de manera que en la segunda mitad tocó sufrir.

 

 


Casillas se convirtió entonces en uno de los héroes del encuentro al sacarle goles cantados a Messi o Iniesta. El Barcelona apretaba, pero el Madrid se multiplicaba en defensa. Así que los minutos fueron pasando y el 0-0 final no hacía justicia al grandísimo espectáculo visto sobre el terreno de juego. Porque había sido un encuentro para terminar 2-2 y se encontraba en la prórroga sin goles y con mucha emoción. Era el momento de la épica, de los grandes jugadores, en el que los detalles acaban decidiendo.

Y ahí apareció Cristiano Ronaldo. Di María recogió el balón en el minuto 102 en la banda izquierda y su zurda de seda puso un centro para que el portugués se elevara en el aire durante unos instantes que duraron una eternidad. Un cabezazo plástico que se alojó en las redes culés, enmudeciendo al graderío que había tras la portería barcelonista. Era el gol que valía un título, que colmaba la sed merengue de Copa después de 18 años sin ganarla. El todopoderoso Barcelona de Pep perdía su primera final y lo hacía ante su gran enemigo, su peor pesadilla. Ahora, es el momento de seguir el camino abierto ese 20 de abril. Es hora de volver a demostrar quién es el Real Madrid.

 

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