Cristiano Ronaldo hace 'campeón' al Real Madrid en la casa de los culés

El Real Madrid se impuso en Barcelona y deja prácticamente sentenciada la Liga a su favor (1-2). Gran partido colectivo de los de Mourinho. Cristiano Ronaldo le ganó la partida a Messi.





La mejor noticia, de entrada, para el Real Madrid fue el planteamiento. Había quien afirmaba que Mourinho iba a defender en el Camp Nou los cuatro puntos de ventaja como si viniera de jugar un partido de ida que hubiera terminado 0-0. En este sentido, el portugués fue bastante claro: los mismos de Múnich. También Coentrao. Sí, a pesar de las críticas también Coentrao. Eso es apostar a muerte por un jugador. Luego con las apuestas ya se sabe lo que pasa, que a veces salen y otras no.

El guión del partido parecía escrito previamente por los dos entrenadores. El Barcelona con su habitual toqueteo de pelota, y el Real Madrid buscando atacar rápido, con sus tres flechas ofensivas, esta vez compuestas por Di María, Cristiano Ronaldo y Benzema. Fueron los blancos los que amagaron con golpear desde el principio. Con una buena presión adelantada que dificultaba la circulación de pelota local, los de Mourinho se encontraban relativamente cómodos. De hecho el primer buen acercamiento del partido fue firmado por un testarazo de Cristiano Ronaldo que tuvo que sacar Valdés. No era mal síntoma que la primera gran parada del partido la tuviera que hacer el meta local.

En partidos de tanta igualdad siempre los balones parados pueden suponer un factor de diferenciación. En ese sentido, los blancos tenían más capacidad para decidir: Alves, Xavi, Iniesta o Messi frente a Ramos, Pepe, Cristiano o Khedira. Las alturas eran blancas, especialmente sin el castigado Piqué, que tuvo que bailar su particular waka-waka desde el banquillo. Ese dominio aéreo fue el que le permitió a Pepe cabecear un saque de esquina, a Valdés a dejar el balón muerto y a Puyol cometer un error de chaval de 15 años que juega en el equipo de su colegio. Intentó proteger el cuero dentro del área pequeña sin ningún fin claro, tal vez buscando la reacción de su portero. Nadie lo sabe. En estas llegó Khedira por detrás y le limpió la cartera, el balón y hasta los calzoncillos a Puyol para meter la pierna y también el balón en la red de los catalanes. Si la psicología era importante, el Madrid había crecido con el gol en autoestima hasta el infinito.


Ese gol obligó al Barcelona a intentar lanzarse a por el Madrid. Siempre con precaución, no en vano los blancos soltaban de cuando en cuando contragolpes que hacían más de un nudo en la garganta en la grada. De hecho, si Özil o Di María hubieran estado un poco más finos en los pases, probablemente hubiera podido caer algún gol más para los merengues. También el Barcelona tuvo sus llegadas, especialmente bien solventadas por un Casillas iluminado. Alves y Xavi sufrieron los reflejos del portero de Móstoles.

FC BARCELONA 1: Valdés; Puyol, Mascherano, Adriano (Pedro, min.72); Busquets, Xavi (Alexis, min.69), Thiago; Alves, Messi, Iniesta y Tello (Cesc, min.80).

REAL MADRID 2: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Granero, min.73), Özil (Callejón, min.88), Cristiano Ronaldo; y Benzema.

GOLES: 0-1. Min.16, Khedira. 1-1. Min.70, Alexis. 1-2. Min.72, Cristiano Ronaldo.

ÁRBITRO: Undiano Mallenco (Col. Navarro). Amonestó a Busquets (min.14), Mascherano (min.85) en el FC Barcelona y a Pepe (min.42), Xabi Alonso (min.46), Özil (min.76), Granero (min.77) en el Real Madrid.

ESTADIO: Camp Nou, 95.252 espectadores.

El colectivo del Real Madrid brilló más que nunca en el Camp Nou. Khedira era un multiplicador de esfuerzos, Arbeloa secaba al ‘novato’ Tello y Özil y Benzema se pegaban más carreras que nunca antes los mensajes de SOS de sus compañeros. Eso sí, un poquito de suspense suele ser sinónimo de una buena película, y éste lo puso Alexis en un rebote que acertó a meter dentro después de dos paradas muy buenas de Casillas, al que supongo no se criticará en un tiempo. O igual sí, nunca se sabe.

El gol azulgrana obligaba al Madrid a sacar lo mejor de sí mismo en la recta final del partido. La afición local animaba y se esperaba acoso y derribo sobre la portería de Casillas. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Probablemente nadie lo esperaba, pero el Real Madrid tenía el as en la manga de Cristiano. Digo probablemente porque muchos se han empeñado en vender que el portugués no aparece contra los culés. Igual es que el gol de la final de Copa de hace un año lo metió Di Stéfano y no nos habíamos dado cuenta. En fin. Como decía, Cristiano demostró en la casa de un desaparecido Messi que la Liga tenía dueño. Y ese dueño era el Real Madrid. El portugués agarró una pelota magistralmente puesta al espacio por Özil. Se templó, miró a Valdés y mientras le tumbaba ya estaba celebrando el gol. Un gol que vale una Liga, el del pichichi de la competición. Un verdadero orgasmo madridista. Hoy Cibeles cogió la bufanda y la bandera. La Liga ya es casi del Madrid. Es la Liga de Cristiano.