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Antes de disputar el encuentro de esta noche, la escuadra madridista había logrado remontar cuatro veces un 2-1 consechado a domicilio en el partido de ida de una competición europea. La primera de ellas tuvo lugar en la temporada 1965/66 ante el Feyenoord holandés. Después, en la 1972/73 sería el Arges Pitesti rumano el que sucumbiría al poderió blanco; mientras que el Oporto luso haría lo propio unos años más tarde, en la temporada 1979/80. Y el último conjunto en saber lo que es una remontada madridista semejante había sido, precisamente, el Bayern de Múnich alemán en la temporada 2001/02, después de que los blancos le levantaran el marcador gracias a los goles de Guti y Helguera.
Por eso, el madridismo tenía mucha fe en que la historia se volviera a repetir. Otra vez ante el Bayern de Múnich y con la vuelta en el Santiago Bernabéu. El premio, la final de la Champions ante el Chelsea el próximo 19 de mayo en la ciudad bávara. Y los hombres de Mourinho no defraudaron a la gente, pues igualaron la eliminatoria al término de los 90 minutos. Después, en la prórroga, no lograron que variara nada. Y en los penaltis, la dicha no pudo ser completa, así que la quinta tendrá que esperar.
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