Puñetera tanda de penaltis

Los alemanes, que hicieron un gran partido en el Bernabéu, se llevaron la eliminatoria y el pase a la final desde los 11 metros.





En el día en el que el Bernabéu se vistió de Juanito, mosaico mediante, lo cierto es que el equipo no pudo hacerle el mejor de sus regalos, la clasificación para la final. El detallito se quedó en un gol tempranero, de los que le hubiera al genio andaluz.. Ya había avisado Khedira a los dos minutos de partido, con un tiro que perdió por el camino la intención y la potencia. Era un aviso, el primer toque de corneta de lo que vendría a renglón seguido.

Las avalanchas iniciales del Real Madrid eran jadeadas desde la grada casi como goles. Eso fue lo que sucedió cuando Di María intentó estampar el balón contra la red de los alemanes…y hubo algo que lo impidió. Ese algo fue la mano del defensa del Bayern, Alaba, que desvió la trayectoria de la pelota a la vez que se vencía hacia el suelo. Lo que se podría denominar como un buen regalo. En ese momento la grada se acordó del patinazo de Messi ante el Chelsea a la hora de lanzar desde los 11 metros y la mejor forma de motivar a su jugador fue corear el nombre de ‘Ronaldo, Ronaldo’ mientras el portugués la colocaba y pensaba por qué lugar meterla. Su infalible remate acabó dónde tenía que acabar, en la red del Bayern. No había llegado ni el mítico minuto 7 de partido, y el Madrid ya estaba por delante. Gol para apuntarle a Juanito y al Bernabéu, desde luego.

El Bayern, eso sí, se mostró bastante más peligroso en Madrid que en Alemania. Una gran jugada de Alaba por la izquierda la afeó por completo Robben al lanzar casi sobre la línea de gol el balón a las nubes. Fue el primero de los varios avisos que dieron los germanos en el primer acto. El que no avisó de ninguna forma fue el Real Madrid. Y no lo hizo porque Özil se inventó una asistencia magistral a Cristiano cuando todo el mundo esperaba que la pelota fuera para Benzema. El portugués se presentó delante de Neuer, le maniató con la mirada, y la superó por el palo corto en un tiro bien colocado. La final de Múnich estaba más cerca con ese 2-0.


REAL MADRID: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Di María (Kaká, min. 75), Özil (Granero, min. 111), Cristiano Ronaldo; Benzema (Higuaín, min. 106).

BAYERN MÚNICH: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Luiz Gustavo, Kroos; Scheweinsteiger, Robben, Ribéry (Müller, min. 95); Mario Gómez.

GOLES:   1-0, min. 6: Cristiano Ronaldo (penalti). 2-0, min. 14: Cristiano Ronaldo.    2-1, min. 27: Robben.

TANDA DE PENALTIES:   0-1: Alaba.   0-1: Cristiano falla.    0-2: Mario Gómez.    0-2: Kaká falla.    0-2: Toni Kroos falla.    1-2: Xabi Alonso. 1-2: Lahm falla.  1-2: Ramos falla.  1-3:  Scheweinsteiger.

ÁRBITRO: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Pepe (min. 27), Arbeloa (min. 59), Granero (min. 115) por parte del Real Madrid; y a Alaba (min. 5), Robben (min. 90), Luiz Gustavo (min. 102), Badstuber (min. 105) por parte del Bayern.

ESTADIO: Santiago Bernabéu (81.000 espectadores)

A pesar de ello, los alemanes no se descompusieron. Se apoderaron del balón porque el Madrid también se lo dejó, probablemente en exceso, para buscar algún contragolpe e hicieron sufrir a la defensa blanca en varias ocasiones. En una de ellas, en un centro desde la banda con destino Mario Gómez, el árbitro húngaro señaló penalti por falta de Pepe. No parecía que Gómez fuera a llegar a esa pelota, pero sacó petróleo simplemente con su aliento. Robben, que estuvo cerca de fallarlo porque Casillas lo adivinó a la perfección, ponía el 2-1, es decir, la igualdad total en la eliminatoria.

 Con ese equilibrio las posibilidades de que tanto Mourinho como Heynckes pararan un poco el ida y vuelta en el que se había convertido la primera parte era evidente. Y así ocurrió. El inicio de la segunda parte fue a menores revoluciones. Al Madrid, al que se le empezaba a notar cansado, no le iba mal esa bajada de kilómetros por hora. Al menos sufría en un grado menor que durante fases del primer acto. Eso sí, el guión era el establecido en el primer acto, más pelota para el Bayern y carácter contragolpeador de los de Mourinho.

Con todo, se veía que el Real Madrid no terminaba de ser el de otras ocasiones. Benzema y Cristiano estaban en la reserva, presionaban, pero llegaban tarde. Por el contrario, los alemanes parecían lechugas con patas. Corrían para todos los lados y cada choque contra ellos era como darse con un muro. Si a eso unimos que la opción más peligrosa del segundo acto la tuvieron los de Heynckes en un balón dentro del área que si no entró fue porque Juanito y su espíritu lo evitaron. La prórroga era un hecho y cabría decir que hasta un mal menor para el Madrid aunque la gasolina era más que justita.

La prórroga arrancó como finalizó la segunda mitad. Mucho respeto por parte de los dos equipos, prefiriendo guardar lo que cada uno tenía antes que exponerse a un gol que fuera mortal. Nadie quería mostrar el pecho. Había demasiados riesgos para que fuera partido. Así pasaron los 30 minutos de propina. Los penaltis iban a decidir si la décima era posible este año o no.

La lotería le fue esquiva en esta ocasión al Real Madrid. Cristiano, Kaká y Sergio Ramos fallaron, e iniciaron inútil las dos paradas de Casillas desde los once metros. Una auténtica pena. La décima tendrá que esperar otro año.