Se da la circunstancia de que tanto el humo como las bengalas salieron del sector en el que estaban ubicados los seguidores del equipo alemán, el que se suponía iba a estar más vigilado por los miembros de la policía.
A pesar de que las fuerzas de seguridad realizaron una gran labor con los aficionados del Bayern no fueron capaces de impedir que esos elementos llegaran a introducirse en el campo. Por eso, el Real Madrid tendrá que pagar una multa de 4.000 euros.
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