El club blanco sabía de sobra que el Athletic no iba a cederle en bandeja el fichaje del mediocentro navarro, pero decidió probar suerte y mostrar su interés a los vascos por el futbolista, según anunció durante la madrugada de este martes Ondacero. El fichaje del internacional español parecía descartado en las últimas fechas debido a la dificultad y el alto coste de la operación, y la respuesta del Athletic no ha hecho más que refrendar esta postura: si el Madrid lo quiere, tendrá que pagar un precio muy alto.
El club vasco se negó a negociar con el Real Madrid por el traspaso del navarro, una postura que tiene como trasfondo la intención de torpedear al club blanco como venganza por lo ocurrido con la final de Copa del Rey. Habrá que esperar para saber si el Real Madrid lo seguirá intentando, pero lo cierto es que todo apunta a que el club blanco deberá pagar los 40 millones de la cláusula de rescisión si quiere al futbolista. Una cantidad que, casi con total seguridad, el club de Chamartín no estará dispuesto a afrontar.
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