 |
Esto es algo que ya sucedió en su momento en los fichajes de Bekham, Ronaldo o Robinho; pues estos jugadores se declararon en rebeldía en su momento respecto a sus clubes para facilitar su traspaso al Real Madrid. El detalle diferencial es hacer ver al club de origen que el jugador no está dispuesto a seguir en él, de manera que se vea obligado a iniciar las negociaciones y, además, a venderlo a un precio inferior a la tasación inicial.
De hecho, incluso la pasada campaña se apreció una experiencia similar con el 'Kun' Agüero, pues el argentino dejó varios mensajes en los que se leía entre líneas que quería vestir de blanco. Solo el deseo de Florentino de no querer llevar a cabo un fichaje que molestara al Atlético de Madrid evitó que el delantero cumpliera su objetivo de cambiar de equipo, pero no de ciudad. Al final el argentino acabó firmando por el Manchester City, aunque muchos siguen pensando todavía que el futbolista regresará algún año de estos a la capital para jugar en el Santiago Bernabéu.
Sea como fuere, esta táctica está siendo seguida también por el último objetivo madridista, Luka Modric. El croata no se entrenó el jueves y el viernes con el Tottenham, tomando una medida de presión para facilitar su traspaso. El club inglés y el Madrid llevan ya una semana de negociaciones y hay algunas diferencias de parecer en la cantidad a pagar por el centrocampista, lo cual ha inquietado a Modric. El futbolista ya le ha dejado claro al técnico Villas-Boas que no tiene intención de viajar con el equipo a los EE.UU para hacer la pretemporada, por lo que la escuadra de Londres tiene una patata caliente en sus manos.
El Tottenham sabe que las posibilidades de que el balcánico siga vistiendo su camiseta son prácticamente nulas, por lo que tiene la necesidad de escuchar la propuesta del Real Madrid. Además, el tiempo juega en su contra porque la rebeldía del futbolista no le hace ningún bien a la imagen del club. Hoy por hoy Modric es un dolor de cabeza para los 'Spurs' y seguramente lo quieran atajar cuanto antes. Aunque Villas-Boas ya ha dejado claro que en las oficinas de White Hart Lane solo venderán al centrocampista a cambio de una buena oferta, lo cierto es que cada día que pasa el club tiene mayor necesidad de dar por buenos los 35 millones que pone el Madrid sobre la mesa. Luka ya ha dejado claro dónde quiere jugar la próxima temporada y lo más sencillo para todos es dejar que cumpla con sus intenciones sin poner muchas trabas. Así ha pasado en varias ocasiones con anterioridad y así parece que sucederá esta vez también.
DEJA TU COMENTARIO