Kaká, crónica de una salida anunciada

El brasileño está a un paso de abandonar el Real Madrid con destino al Milan





 

Sin embargo, su venta no parecía nada fácil. Los diez millones de euros que cobra el jugador en el club blanco han sido un impedimento para que otros equipos apostaran fuerte por su contratación, de manera que Kaká nunca ha tenido ofertas interesantes para cambiar de aires. Él siempre ha visto el Real Madrid como su mejor opción para continuar en primera línea del fútbol mundial, por lo que no ha hecho ningún esfuerzo para intentar salir de Concha Espina. Un pensamiento que cambió el pasado lunes, cuando Kaká supo por fin de boca de José Mourinho que no cuenta con él y que la mejor solución es que se busque un equipo.

Y es que el brasileño no estaba incómodo con la perspectiva de continuar siendo un reserva habitual del Real Madrid. La temporada pasada disputó 40 partidos con la escuadra, apariciones más que suficientes como para que él estuviera satisfecho con su aportación al equipo. Por eso, si Mourinho no le comunicaba directamente su deseo de prescindir de él, Kaká tampoco haría un esfuerzo por buscarse acomodo en otro club. Más allá de los rumores procedentes de la prensa, nadie en el club le había dicho claramente que tenía el cartel de transferible.

En consecuencia, la citada reunión cambió todo el panorama. El futbolista fue consciente de la situación y a partir de entonces, empezó a mirar soluciones para el futuro. Entre ellas, la del Milan. Hace unos días el conjunto italiano vendió a dos de sus piezas principales, Thiago Silva e Ibrahimovic, en la operación del verano. 62 millones de euros para las arcas transalpinas, un dinero que por lógica el Milan tendrá que invertir de una manera u otra en próximos fechas para devolver la ilusión a sus aficionados. ¿Y qué jugador sería el idóneo para conseguirlo? Pues la gran estrella del club a mediados de la década pasada, Ricardo Kaká.


Ahora todas las piezas empiezan a encajar y desde Milán ya han empezado a lanzarle guiños a sus seguidores y al futbolista. Donde hace unas semanas todo eran negativas, ahora hay optimismo. El jugador sabe que está obligado a hacer un sacrificio económico si quiere continuar su carrera fuera del Real Madrid y en Italia le esperan con los brazos abiertos. La mejor solución para todos es la del club de Silvio Berlusconi y los acontecimientos ya han empezado a precipitarse en este sentido. Por lo tanto, solo es cuestión de días para que el ansiado reencuentro se produzca y, de paso, el club blanco se quite de encima un dolor de cabeza que le venía preocupando desde hace meses. La madeja ya ha empezado a desanudarse y el efecto dominó posiblemente provoque que el fichaje de Modric también se solucione en breve...