Según una estadística del ayuntamiento barcelonés, aproximadamente un 10% de los aficionados que acuden al recinto culé suelen usar el metro para regresar a sus casas una vez finalice el partido.
De confirmarse los parones, casi 10.000 personas tendrán que buscarse la vida para regresar a sus hogares tras asistir al tercer clásico de la temporada. A ello, hay que añadir que el Camp Nou presentará un lleno total por lo que el volumen de gente será mayor que en cualquier otro partido.
Ya en el choque de ida de la Supercopa, miles de personas tuvieron que volver prácticamente andando a sus casas. El ayuntamiento de Barcelona quiere evitar una estampa semejante y facilitará amplios servicios mínimos.
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