El partido viene calentándose en los últimos días por el llamamiento de la Asociación nacional Catalana para que el estadio culé sea un olla a presión contra el Real Madrid y contra España. La citada asociación ha incitado a los aficionados azulgrana a portar una bandera estelada para convertir el choque en un referéndum pro catalanista.
Ante esta situación, se extremarán las medidas para evitar incidentes, y para proteger a los aficionados madridistas que se citen en el Camp Nou. No hay datos oficiales, pero se espera que unos 500 hinchas blancos estén en la parte alta del feudo culé.
Sea como fuere, y política al margen, el Madrid saltará al césped con la intención de darle una alegría a la afición y de recortar la diferencia en el campeonato de liga. El Real Madrid sólo habla de fútbol. La política queda para otros.
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