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El carácter de Arbeloa le ha llevado a convertirse en uno de los fijos de José Mourinho en la línea defensiva del Real Madrid. Tras abandonar el club blanco en 2006, el internacional español jugó media temporada en el Deportivo antes de llamar la atención del Spanish Liverpool de Rafa Benítez. En Anfield estuvo tres años, pero finalmente el regreso a la presidencia de Florentino Pérez le abrió las puertas del Bernabéu nuevamente.
Antes de marcharse, ya había debutado en Liga con el Real Madrid en la 2004-05, de la mano de Mariano García Remón (33 minutos en un Betis-Madrid) y más tarde de Vanderlei Luxemburgo, quien le dio 90 minutos en el derbi ante el Atlético en el Calderón (0-3) en su segundo partido en el banquillo (tras debutar en los 6 minutos aplazados por el famoso aviso de bomba en el Bernabéu). Tras saborear brevemente lo que es vestir la camiseta del Madrid, se marchó para regresar por la puerta grande.
Y es que, desde su regreso, Arbeloa ha disputado nada más y nada menos que 88 partidos más con el Real Madrid en Liga. Con Pellegrini, fueron 30 los encuentros jugados por el salmantino (las ausencias de Pepe favorecieron el traslado de Ramos al centro y su presencia en el lateral), que ha terminado de hacerse con la titularidad desde que Mourinho está en el banquillo, con 26 encuentros en el campeonato nacional tanto en la 2010-11 como en la 2011-12. Con los seis que lleva en el presente curso, hacen un total de 90 partidos que le acercan al centenario. Sin duda, el salmantino llegará y los superará con el madridismo y la incansable lucha como bandera.
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