Clos Gómez, sin pena ni gloria en el Bernabéu

El colegiado tuvo varios errores perjudiciales, pero no intervino en el resultado





En la primera mitad, Cristiano reclamó mano dentro del área que no señaló el árbitro. El penalti, que debería haber sido señalado, habría supuesto el 2-0 para los merengues. Sin embargo, Clos se tragó el silbato para no señalarlo. En la segunda parte, no tuvo más remedio que señalar la pena máxima ante una clara caída de Özil dentro del área celeste. 

Minutos más tarde, enseñó una amarilla a Casillas cuando éste se deslizó fuera del área con el balón en las manos. La jugada fue difícil de ver hasta en televisión, pero da la sensación de que el colegiado acertó con su solución salomónica. Sergio Ramos también vio la amarilla por pisar a un rival tras un salto involuntariamente.