Están en Austria

Robinho, finalmente, viajó a disgusto







El Real Madrid ya está en Irdning. El conjunto de Bernd Schuster partió a las 16:15 del aeropuerto de Barajas y aterrizó en Graz a las 18:30 horas. Desde la misma pista del aeropuerto, el autobús recogió a la expedición: cuerpo técnico, jugadores y medios del club. A las 21:00 horas, tras dos de trayecto de Graz hasta Irdning, el equipo blanco quedó hospedado en el lujoso Hotel Schloss Pichlarn, un antiguo castillo medieval del S. XII donde los blancos disfrutarán de todas las comodidades posibles y de la tranquilidad necesaria para trabajar estas dos semanas de ”˜stage”™. Para comenzar, mañana doble sesión a las 10:00 horas y a las 18:00.

Antes de partir a Austria, temprano, a las 8:30, los futbolistas pasaron los pertinentes reconocimientos médicos de cualquier inicio de pretemporada en la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Después, una suave sesión preparatoria para estirar los músculos. Antes de comer, todos los miembros de la expedición se tomaron las medidas para confeccionarles los trajes oficiales de Hugo Boss. Una vez acabado todo este ritual, comieron a las 13:00 y se desplazaron a la T4.

La sorpresa en la expedición fue la inclusión de Robinho a última hora. El brasileño, con cara de pocos amigos durante todo el viaje, no irá finalmente a los JJ.OO. por deseo del club blanco. El diez del Real Madrid se lo tomó con resignación y no quiso hablar sobre su futuro: ”œNo puedo hablar de este tema. Sólo deciros que quiero estar muchos años en el Madrid. La selección siempre es importante pero el club es el que manda y por eso estoy aqu픝. En su rostro se denotaba la tristeza por no poder disputar los JJ.OO. La razón del Madrid para no dejarle acudir es que tiene un problema de pubis. El lío está servido.

Mientras, si Robinho era la cara triste del equipo, los canteranos Juanmi Callejón, Chema Antón, Parejo y Felipe Ramos representaban la alegría de la expedición. Sobre todo Juanmi y Parejo que están cerca de recalar en un Primera y estas dos semanas pueden ser un trampolín para ellos. Incluso sueñan con convencer a Schuster para quedarse en la primera plantilla. Saben que tendrán que trabajar duro, pero no piensan desaprovechar los minutos que tengan.