Sin embargo, el colegiado no dio muchos motivos para el mosqueo a lo largo de la primera parte. El encuentro cumplió las expectativas en cuanto a su aspereza, pero tampoco fue excesivamente duro. Tanto el Borussia de Dortmund como el Real Madrid se emplearon con intensidad, pero sin llegar en ningún momento a traspasar los límites del reglamento. Así, los 45 minutos iniciales no requirieron que el húngaro tuviera que avisar a ningún jugador.
Pero la segunda parte comenzó de manera diferente, pues Ramos veía una amarilla al poco de la reanudación por una acción de juego peligroso. Después, en el minuto 59 Hummels se iría de 'rositas' tras una dura entrada sobre Özil con su plantilla. Sin embargo, Kassai no utilizaría la misma vara de medir con el madridista Xabi Alonso al enseñarle la amarilla por cortar un contragolpe teutón. Y su última aparición 'estelar' sería a falta de un cuarto de hora, cuando señalaría un fuera de juego a Higuaín que ni mucho menos era. Con esta decisión cerraba un partido bastante tranquilo en el que no tuvo ninguna influencia en el marcador, aunque dejó claro que su criterio fue más estricto a la hora de valorar las acciones con los jugadores madridistas como infractores.
DEJA TU COMENTARIO