La maldición teutona sigue vigente

El Real Madrid no pudo ganar en Dortmund y cayó en territorio alemán por 2-1.





Dortmund y su espectacular muro en forma de grada detrás de una de las porterías de su estadio esperaban con ganas al Real Madrid. Mourinho apenas les sorprendió con su alineación. Essien repitió como lateral zurdo, y Khedira volvió a blindar el centro del campo, aunque duró poco sobre la hierba, apenas 20 minutos, ya que tuvo que dejar su puesto a Modric por una inoportuna lesión. Los alemanes por su parte arrastraban dudas, ya que se decía que medio equipo estaba tocado. Al final, los Hummels, Götze y compañía iniciaron el choque. Como para perdérselo estaban.

Los instantes iniciales marcaron cierto respeto mutuo. Las porterías apenas existían. El mayor peligro que suscitaba el partido estaba en la hierba. No porque ésta tuviera agujeros o animales cobijados bajo ella, sino porque estaba muy corta y muy húmeda. Por eso, fueron infinitos los resbalones que se pudieron observar por parte de uno y otro equipo, con Özil liderando por encima de todos el patinaje que se empezaba a practicar sobre esa pista de hielo.

Las primeras acciones dignas de ser mencionadas llevaron la firma de Kehl por parte germana y de Cristiano y Di María por la madridista. El primero de los tres se encontró con los guantes de Casillas en un remate pegado al larguero, mientras que los segundos no acertaron con sus respectivos remates a la puerta alemana.


Todo estaba pendiente de que algún fallo pudiera desnivelar la balanza. Y el que lo tuvo fue el Madrid. Pepe no se entendió con Özil a la hora de sacar el balón jugado y lo regaló. Fue un presente mortal, palabras que podrían describir cualquier película de miedo, ahora que se acerca el día de Halloween. La manzana envenenada, además, no terminó en los pies de cualquiera, sino en los de Lewandowski que, tras mirarse a los ojos con Casillas, acertó a superarle a pesar de la buena estirada del portero blanco.

A pesar del golpe, y de que no estaba jugando ni bien ni mal, el Real Madrid dio la mejor de las respuestas posibles a la dentellada recibida. Otro gol. En este caso obra de Cristiano Ronaldo que aprovechó un balón largo de Özil y una mala salida del portero local para poner el empate cuando los germanos estaban celebrando todavía su gol. La respuesta fue inmediata y contundente. De la mejor estirpe y la mejor posible, la que deja casi sin aliento.

FICHA TÉCNICA

BORUSSIA DORTMUND 2: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Bender (Gundogan, min.68), Kehl, Reus (Perisic, min.91), Goetze (Schieber, min.87), Grosskreutz; Lewandowski.

REAL MADRID 1: Casillas; Varane, Sergio Ramos, Pepe, Essien; Di María, Khedira (Modric, min.20), Xabi Alonso, Ozil; Benzema (Higuaín, min.73), Cristiano Ronaldo.

GOLES: 1 - 0, min.36, Lewandowski. 1 - 1, min.38, Cristiano Ronaldo. 2 - 1, min.64, Schmelzer.

ÁRBITRO: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Sergio Ramos (min.47), Xabi Alonso (min.62) en el Real Madrid; y a Gundogan (min.93) del Borussia.

ESTADIO: Signal Iduna Park.

No estábamos presenciando un partido de eliminatoria directa, pero no era menos cierto que ninguno de los dos se descolgaba buscando una victoria suicida. Buscar el golpe de suerte en forma de gol victorioso se convirtió en la misión de unos y otros porque, por la pinta que había adquirido el encuentro, estaba claro que quien hiciera un gol durante el segundo acto tenía comprada la mayor parte de las papeletas para llevarse el partido.

Y eso fue exactamente lo que pasó. Los segundos 45 minutos fueron parcos en situaciones de gol. Hubo llegadas y aproximaciones por ambos lados, pero ocasiones de verdadero peligro muy pocas. El Real Madrid tuvo la suya en un gran pase de Benzema, al que se le vio muy poco y sin exceso nervio, que Di María cruzó en exceso. El Dortmund también tuvo la suya, y no marró. Un despeje de puño de Casillas le fue a parar a la pierna izquierda de Schmelzer, el lateral zurdo de los alemanes que hizo encaje de bolillos para meter la bola entre la mano de Casillas y el palo sin que ninguna pierna de las que merodeaba el área se interpusiera en su misión. Todo un mazazo para el Madrid del que ya no se levantaría.

Di María, Cristiano y algún arranque de bravura de Modric desde atrás fueron los escasos argumentos que los de Mourinho adujeron para intentar forzar un empate que finalmente no llegó. La maldición de Alemania volvía a caer sobre el Real Madrid. Fue un simple golpe con remedio inmediato el próximo 6 de noviembre, cuando los alemanes devuelvan la visita al Santiago Bernabéu. A pesar de ello, un partido de 'X' acabó siendo '1' por simple cuestión de puntería.