Karim, todo un domador de leones

El francés fue el gran protagonista del partido, anotando dos grandes goles y regalándole otro a Özil. El Madrid, infinitamente mejor que el Athletic.





Karim Benzema era la gran ‘sorpresa’ del equipo titular del Real Madrid ante el Athletic. Después de perderse la visita del Dortmund y el encuentro ante el Levante, el francés volvía con la vitola de titularísimo. Higuaín está K.O, por lo que la recuperación de Benzema se antojaba más que vital para Mourinho. El francés volvió a sentirse futbolista y no lo hizo de una forma discreta y alejada de los focos, sino todo lo contrario, por todo lo alto.

Además, el galo es un jugador al que le van los grandes goles. El año pasado marcó uno de bandera en Pamplona, por poner un ejemplo. Ante el Athletic, su estreno llevó calidad. Goles de notable alto. En apenas 10 minutos, un pase largo excepcional de Modric encontró la escapada del propio Benzema. Pinchar el balón y levantarlo por encima del portero fue una acción continuada, como si la segunda hubiera venido añadida a la primera por decreto. Ante los leones, los zarpazos los daba el Madrid.

Los de Mourinho eran claramente superiores a su rival. Dominaba el ritmo del partido, presionaba arriba y arrinconaba a un Athletic que apenas encontraba vida más allá de los balones largos buscando a Aduriz. Parecía cuestión de tiempo que la renta se hiciera más grande. Fue por el aire la fórmula utilizada por el Real Madrid para volver a hacerle a Athletic recoger un balón de su portería. Özil sacó una falta desde la izquierda y la cabeza de Sergio Ramos puso el resto. Gol.


Esa diana dejó al Athletic más que tocado. Rozaba el hundimiento. Más todavía cuando Benzema se empeñó en hacer del primer tanto uno normalito. De espaldas al marco, controló, se giró y golpeó el balón con la fuerza necesaria como para clavarlo en el palo largo. Todo un golazo repleto de técnica, golpeo y elegancia. Palabras, todas ellos, aplicables al cien por cien al estilo de Benzema. Su vuelta había sido pletórica, y el aviso al City era mediante un altavoz.

Ficha Técnica

Real Madrid 5: Casillas, Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrão, Xabi Alonso, Modric, Ronaldo, Özil (Khedira 61’), Callejón (Di María 68’) y Benzema (Morata 73')

Athletic de Bilbao 1: Iraizoz, Iraola, Ekiza, San José, Aurtenetxe, Iturraspe, Gurpegi (Castillo 78’), Muniain (Llorente 46’), Susaeta, Aduriz (Toquero 67’) e Ibai Gómez

Goles: 1-0 Benzema (12’) , 2-0 Ramos (29’), 3-0 Benzema (33’), 3-1 Ibai (43’), 4-1 Özil (55’), 5-1 Khedira (70’)

Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Aduriz, Iturraspe, Susaeta

Estadio: Santiago Bernabéu (70.000 espectadores)

Ante lo que se le venía encima, el Athletic encontró el gong del descanso como agua de mayo con dos particularidades que le favorecieron. Y es que Ibai consiguió recortar distancias con un derechazo colocado al palo izquierdo de Casillas segundos después de que Callejón se encontrara con el poste tras un sensacional pase de Cristiano Ronaldo. La ruleta, en esta ocasión, se calzó la elástica visitante, ya que del posible 4-0 se pasó al 3-1. Una talla menos de pantalón en lo que se refería a la diferencia en el luminoso.

Si en la primera parte el Athletic le había durado 10 minutos a Benzema, poco más o menos volvió a sucederle en el arranque del segundo acto aunque este vez el germano no fuera el ejecutor, pero sí uno de los grandes cómplices de que Özil marcara su primer gol de la temporada en la Liga. Cristiano Ronaldo asistió en largo a Benzema y éste, en lugar de buscar la posibilidad de coronar su tercer gol de la noche, prefirió levantar la cabeza y encontrar al alemán en el segundo palo para que se tomara la primera gran alegría del curso en la competición doméstica. Si había algún conato de partido, ahí ya se acabó el Athletic.

El problema para el equipo vasco era que esta vez el Real Madrid no tenía la intención de echarse a dormir y pensar en la Champions. Callejón, Özil y Modric corrían como animales. También Cristiano, que lo intentaba de todas las formas, dejándose todo en el esfuerzo para ayudar a los suyos. Un comportamiento colectivo que tuvo su culmen en una buen subida de Arbeloa que acabó llegando con tanto peligro que lo que supuso su acción fue que Khedira, al igual que Benzema, celebrara su vuelta a los terrenos de juego con un gol en su casillero particular. Su derechazo no fue el mejor en cuanto a colocación, pero sí en lo que se refiere a efectividad. La manita ya era una realidad. Como también lo fue la grandísima ovación que se llevó Benzema cuando se fue sustituido por un Morata que fue recibido con honores por un público que coreó su nombre como agradecimiento al gol que logró en el campo del Levante. Aquellos tres puntos, sufridos como pocos, tienen el mismo valor que los obtenidos tras derrotar a unos leones que fueron lindos gatitos en manos del domador Karim.