Patinazo en el peor momento

El Real Madrid perdió en el Villamarín y se dejó tres puntos muy importantes en la pelea por la Liga. Mala actuación del colegiado, que anuló un gol legal a Benzema y no pitó un penalti por mano en el área del Betis.





Seguro que el Betis no tiene ni los millones ni el nombre del Manchester City, pero tiene tanto o más peligro que los ingleses. Eso ya lo advirtió Mourinho, que ya el pasado curso salvó por los pelos los tres puntos en su visita al Benito Villamarín. En esta ocasión, y con los blancos avisados, el equipo local utilizó las tres armas principales con las que afrontaba el encuentro: pelea, velocidad arriba y garra. Mucha garra.

No se puede decir que el equipo de Mourinho saliera apático o a verlas venir, pero no lo es menos que tampoco le puso de arranque toda la energía que un partido de este tipo hubiera demandado. Para empezar, Mourinho apenas tocó una pieza en relación al partido de Inglaterra, el cambio de Özil por Modric. El resto, los mismos. Los mismos que se pasearon con honores durante el primer acto en Manchester, y que sufrieron el pundonor de un Betis que estaba en deuda con su afición tras la humillación recibida en el derbi.

Desde el primer momento se vio como Rubén Castro y el ex del Real Madrid Castilla, Juan Carlos, tenían ganas de meterle el cuchillo entre los dientes a la defensa del conjunto blanco. Arbeloa fue uno de los principales damnificados de la voracidad de los presionantes atacantes del Betis. Pepe Mel tenía muy claro que cualquier mínimo error que pudiera tener el Real Madrid debía aprovecharlo. Y eso fue lo que le pasó al equipo de Mourinho, que tuvo un error y le costó un gol. Un despeje malo de Di María, en lo que se refiere a colocación del mismo, le permitió a Beñat acercarse con excesivo peligro a la portería de Casillas. Sólo Khedira pudo haberse interpuesto entre el jugador local y la frontal del área, pero al alemán le pudo más evitar una posible amarilla por su falta que un remate lejano del centrocampista internacional.


Al Real Madrid le tocaba remar contra corriente. Mourinho no lo veía nada claro y, de hecho, a los 27 minutos de partido ya mandó a calentar tanto a Kaká como a Modric, ya que su equipo no terminaba de carburar. Ambos acabarían saliendo al campo tras el descanso. Cristiano tuvo un par de remates escorados y Di María se encontró con la pierna de Álex cuando pretendía superar a Adrián tras una gran combinación con Özil y Benzema. Agua.

Ficha técnica

REAL BETIS 1: Adrián, Amaya, Dorado, Álex, Ángel (Nacho, min.75), Beñat, Sevilla (Nosa, min.80), Juan Carlos (Jorge Molina, min.62), Agra, Cañas y Rubén Castro.

REAL MADRID 0: Casillas; Arbeloa, Ramos, Pepe, Coentrao; Xabi, Khedira (Kaká, min.46); Di María (Callejón, min.62), Ozil (Modric, min.46), Cristiano; y Benzema.

GOL:  1 - 0, min.16, Beñat.

ÁRBITRO: Gil Manzano (Col.extremeño). Amonestó a Salva Sevilla (min.40), Adrián (min.53), Cañas (min.71) y Beñat (min.76) en el Betis; y a Pepe (min.55) y Sergio Ramos (min.70) en el Real Madrid.

ESTADIO: Benito Villamarín (48.000 espectadores)

La segunda parte fue un claro ejemplo del quiero y no puedo por parte de los blancos. Bien es cierto que los de Mourinho se lo dejaron todo, pusieron ganas, pero le faltó puntería y gol. Eso sí, no se puede pasar por alto que el árbitro del partido, Gil Manzano, fue triste protagonista. En primer lugar porque anuló un gol completamente legal a Karim Benzema por inexistente fuera de juego y porque en el último segundo del choque se tragó un penalti por manos en el área del Betis. No se le puede echar la culpa al colegiado de manera única, pero sí que es cierto que su primer partido arbitrado al conjunto blanco no pasará a la historia como un modelo de perfección. Perjudicó claramente a los blancos, aunque seguramente no debe servir de excusa para que los de Mourinho no se hubieran llevado los puntos en su visita a Sevilla.

El equipo madridista careció de ideas para hacerle daño al Betis. Benzema tuvo la más clara en un remate de cabeza que sacó el portero local casi sin quererlo. Lo peor fue ver cómo el Madrid moría en la orilla con el único recurso del pelotazo a tierra de nadie de Coentrao buscando que los salvavidas de Ramos y Pepe, que se habían sumado definitivamente al ataque, pudieran rescatar algún punto en forma de botín de última hora. El empate no llegó, y el Madrid selló una nueva derrota en el campeonato que, esta vez, no cuenta con la excusa del arranque de la Liga.