Fin de fase sin ningún agobio

Finalizado el derbi, con enjuiciamiento público (y favorable) a Mourinho en el Bernabéu, el conjunto blanco afrontar un nuevo trámite en apenas siete días. Si el primero fue en Copa del Rey, ante el Alcoyano, la visita del Ajax a la capital de España no le supone al Madrid nada más que la honrilla europea, sin olvidar el dinero que la UEFA le paga a los clubes que consiguen la victoria en cada partido. Deportivamente nada en juego, en otros aspectos, más.

Si el equipo de Mourinho no se juega nada en este encuentro es porque haga lo que haga ante los holandeses terminará esta fase de grupos como segundo clasificado, por detrás del Dortmund. Hay quien ve la botella medio llena en este sentido, al calificar la clasificación para la siguiente ronda como un gran mérito, teniendo en cuenta la fortaleza del grupo. Sin embargo, hay otro sector al que le sabe a poco una clasificación por detrás del Dortmund. Es la diferencia entre el conformista y el exigente. Los dos buscan lo mismo, pero lo disfrutan con otros ojos. Esa es parte de la gracia del deporte.

El Ajax, por su parte, tendrá enfrente una versión mezclada de Real Madrid. Hombres como Nacho y Adán serán de la partida, pero también se espera que titulares como Cristiano Ronaldo o Khedira también lo sean. Lo que está claro es que aunque los puntos ni darán ni quitarán puesto en la tabla, al menos en lo que a los blancos respecta, el conjunto de Mourinho no regalará el partido. Además, los holandeses se juegan su presencia en la Europa League si acaban terceros en su lucha particular con el Manchester City. El equipo entrenado por el ex barcelonista De Boer ha salido mal parado en todos los enfrentamientos de la era moderna ante el Real Madrid, por lo que además de buscar su clasificación para la segunda competición europea, intentarán dejar una buena imagen en un escaparate siempre apetecible como el Bernabéu.