La situación se está empezando a repetir tantas veces que es estadísticamente imposible que sea casualidad. Todo empezó el sábado en Valladolid, cuando con 0-0 en el marcador Manucho hizo un centro peligrosísimo desde la derecha que Jordi Alba despejó de manera muy clara con la mano. Fue una acción muy rápida, pero bastante evidente. Sin embargo, el colegiado Clos Gómez no se complicó la vida y dejó seguir. Era un momento clave, pues un gol en contra a domicilio hubiera puesto en problemas a los culés. Pero no pasó nada y acabaron ganando por 1-3.
Un par de horas después se repitió la historia de manera similar en Málaga. Centro en córner al área local y Eliseu amortigua el balón con la mano de forma clara. Todos los jugadores del Real Madrid reclamaron la acción, pero Hernández Hernández decidió cerrar los ojos. El partido estaba 1-1 y los blancos apretaban más que nunca para conseguir el segundo tanto. Momento también vital que hubiera podido cambiar el resultado, así que este error arbitral volvió a hundir a los blancos. Como ya pasara en el campo del Betis, o en el del Getafe. O también en Valladolid, aunque luego el equipo lograra ganar el choque.
Anoche Pepe y Mourinho dieron a entender su mosqueo al respecto, aunque no quisieron atacar frontalmente al colegiado. La sensación que hay en el equipo es que los arbitrajes les están minando poco a poco, partido a partido. Asumen que ellos también tienen gran parte de la culpa de lo que está sucediendo, pero no olvidan que estos detalles están siendo importantísimos para terminar de hundirles. Los datos fríos hablan ya de prácticamente 10 puntos perdidos por estos 'detalles', con los cuales hoy en día podrían estar peleándole el campeonato al Barcelona...
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