 |
El Santiago Bernabéu ha dejado atrás la etapa en la que los 96 millones de euros que costó Cristiano Ronaldo pesaban como una losa. Atrás han quedado las críticas por, presuntamente, no aparecer en los momentos importantes; en el camino se han quedado los lamentos por su carácter, por su forma de comportarse. Ya no hay pitos ni murmullos cuando el portugués da mal un balón o lanza un chut a las nubes, ya no se le pone en duda continuamente. Y es que, tres temporadas y media después de su llegada al Real Madrid, Cristiano Ronaldo por fin se ha ganado por completo al madridismo.
 |
El delantero portugués recibió dos grandes ovaciones ante el Valencia coincidiendo con los dos fallos cometidos ante Guaita. El luso no acertó con la puerta en dos jugadas que podrían haber sentenciado definitivamente la eliminatoria de cuartos de final de Copa. Sin embargo, la afición, lejos de silbarle como había ocurrido anteriormente, coreó su nombre y le ovacionó por su continua entrega, por su forma de defender el escudo que porta sobre el pecho. Esos dos fallos le habrían costado el enfado del Bernabéu hace apenas unos meses, pero ahora mismo a Cristiano se le perdona todo.
El Bernabéu ha entendido que el Real Madrid tiene en el delantero portugués su mejor arma, se ha dado cuenta de que en muchas ocasiones se ha sido injusto con él, no se ha tenido la paciencia necesaria o incluso se le ha prejuzgado. El episodio de la 'tristeza' declarada por Cristiano Ronaldo a comienzos de temporada y el deseo del madridismo por que el luso amplíe su contrato con el club blanco tienen mucho que ver en esta nueva forma de tratarle. Cristiano es uno de los mejores futbolistas que han pisado el Bernabéu en la última década, y para convertirse en un mito sólo le falta cumplir el deseo que todo el madridismo le pidió a los Reyes Magos: la Décima Copa de Europa. Con Cristiano todo es posible. De momento, el '7' sigue empujando el carro e intentado llevar la temporada blanca a buen puerto.
DEJA TU COMENTARIO