Las 'semis' esperan sin confianzas

El maratón de los partidos entre Real Madrid y Valencia termina esta noche. Será el tercer partido consecutivo que disputen entre sí ambos equipos y, de momento, la balanza es claramente favorable al cuadro de Mourinho: dos victorias en ambos encuentros, además de haber logrado siete goles a favor y ninguno en contra. Por tanto, si la lógica hablara, esta noche en Mestalla el Real Madrid debería ser semifinalista de la Copa del Rey.

En el partido copero jugado en Madrid, que terminó con 2-0 para los blancos, la sensación que quedó fue que los blancos ganaron por su propio acierto y por la falta del mismo del Valencia. Sin embargo, en el partido de Liga del domingo la victoria fue por aplastamiento. De una u otra manera, el Valencia se siente en estos momentos inferior al Real Madrid, por lo que darle la vuelta a la eliminatoria sería algo así como encontrar una aguja en un pajar, un milagro. Esa última y manifiesta superioridad de los blancos es precisamente lo que más deben controlar los de Mourinho. Alejarse de la relajación y tener en cuenta que, aunque herido, el Valencia tiene algunas armas para intentar complicar el pase del Real Madrid a las semifinales de la Copa.

En principio, Mourinho hará pocas concesiones a su rival desde la alineación. De hecho, el buen partido que hizo el equipo el fin de semana en el mismo escenario de esta noche, podría invitar al entrenador madridista a utilizar la misma pizarra y los mismos nombres que hace tres días. Ya nadie parece dudar de la presencia de Casillas en la portería. Tampoco de la de Cristiano en la delantera. El Madrid está invicto en 2013, e incluso una derrota por la mínima, o por dos goles marcando él le daría el pase, aunque tras la exhibición en Mestalla tan reciente, el madridismo espera continuidad, entrega y una clasificación plácida.