Decir que el Valencia debió acabar con 8 el partido no sería exagerado. El primero en ir a la calle debió ser Víctor Ruíz, quien en la primera parte dio un flagrante pisotón a Ángel Di María sin venir a cuento mientras el argentino estaba en el suelo. Por supuesto, el central no vio la amarilla, aunque minutos después sí lo haría por una clara falta. Es decir, que el valencianista debió ser expulsado hasta dos veces: por roja directa o doble amarilla. Pero acabó el partido en el campo.
Luego están los dos codazos de su compañero Cissokho a lo largo del partido. El lateral no dejó de golpear impunemente a Cristiano Ronaldo a lo largo del partido, pero Pérez Lasa hizo la vista gorda y el futbolista acabó el partido ¡sin amarilla! Pero hay más, porque jugadores como Banega y Pereira se pasaron todo el partido haciendo feas faltas y zancadilleando a los jugadores merengues, pero solo vieron una amarilla cada uno. Es lo que tiene el doble rasero, pues el vasco le permitió todo al Valencia. De sobra para desquiciar a los jugadores merengues y terminar por hacérselo pagar en forma de expulsiones. Aunque lo peor de todo es que el madridismo ya se esperaba esto antes del partido...
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