Cristiano endulzó la mañana

Tres goles del portugués y uno de Ramos posibilitaron la goleada blanca ante el Getafe.





La misteriosa visita del Getafe al Bernabéu, y digo misteriosa porque casi nadie había hablado de este partido en los últimos días, traía consigo horario novedoso esta temporada, e implicaba interesarse por las diversas reacciones de la gente. El Bernabéu respondió al horario de las 12.00 con una buena presencia de seguidores. Diego López escuchó sus primeros aplausos como madridista, desde el banquillo, eso sí, y Mourinho parece que vuelve a ganar adeptos en forma de aplausos. De hecho, cuando su nombre sonó por megafonía las palmas superaron ampliamente a los pitos, cosa que no había sucedido en los últimos choques en Chamartín.

Sin apabullar, estaba claro que el Madrid intentaría resolver lo más rápido posible el partido. El Getafe se limitaba a guardar la posición, y a intentar contragolpear aprovechando la velocidad de Colunga. Eso sí, las ocasiones más claras del primer acto fueron merengues. Dos de ellas, en las botas de Cristiano Ronaldo. En la primera, el portugués lo intentó de falta directa, encontrando las manos salvadoras de Moyá para evitar la apertura de la lata. La segunda también fue evitada por el portero visitante, después de una buena acción del portugués, con recorte incluido dentro del área, que murió en las manoplas del cancerbero del Getafe. Entre las dos acciones de Cristiano, Di María también tuvo su espacio para el gol, pero su remate tras rozar en la defensa del Getafe acabó lamiendo el palo derecho de la portería azulona.

Sin hacer un gran fútbol, con falta de velocidad en algunos casos y sin sufrir demasiado atrás, lo cierto es que el Madrid se pudo ir al intermedio con algún gol de ventaja, ya que el Getafe apenas inquietó a Adán más que en un remate de cabeza de Castro o en algún disparo lejano del canterano madridista, Pablo Sarabia.


Ficha técnica

Real Madrid 4: Adán; Ramos, Carvalho, Albiol (Khedira 46’), Coentrao, Essien, Modric, Di María, Ozil (Callejón 68’), Cristiano (Cristiano 73’) e Higuaín

Getafe 0: Moyá; Valera, Alexis, Lopo, M. Torres; Borja, X.Torres (Míchel 68’); Sarabia (Fraile 65’), Gavilán, Castro y Colunga (Álvaro 75’)

Goles: 1-0 Ramos (52’), 2-0 Cristiano (61’), 3-0 Cristiano (64’), 4-0 Cristiano (71’)

Árbitro: González González. Amonestó a Albiol, Sarabia, Miguel Torres, Gavilán, Moyá, Lopo

Estadio: Santiago Bernabéu (77.000 espectadores)

A pesar de que el Getafe se las prometía muy felices después de haber mantenido el empate en el Bernabéu durante medio tiempo, lo cierto es que el vendaval blanco le iba a desnudar en la segunda parte, con un nombre propio, el de Cristiano Ronaldo. Eso sí, no iba ser el portugués el que se apuntara el tanto que abriría el marcador, sino que sería Sergio Ramos, que volvía a jugar tras perderse los cuatro últimos partidos, el que metería la pierna para aprovechar un error en la salida de Moyá, estorbado por Carvalho, y acabar introduciendo el balón en la meta visitante. Los azulones protestaron mucho la jugada, pero no hubo marcha atrás. El gol fue válido. El Getafe firmó ahí su defunción en el partido. No aguantó más.

Y no lo hizo porque los de Mourinho empezaron a encontrar autopistas para lanzar su arma más mortífera, el contragolpe. Ahí es donde jugadores como Di María, Özil y Cristiano Ronaldo sacan a relucir todo su potencial. Y cuando lo hacen son letales. La asociación entre el alemán y el portugués le dio rédito al Madrid gracias al zurdazo del luso al palo largo de Moyá. Fue un abrir y cerrar de ojos.

Con la losa del marcador en contra, el Getafe se convirtió en un pelele en las manos del Madrid. Así las cosas, Cristiano volvió a aparecer para cantar gol gracias a un cabezazo en el segundo palo. Con el doblete en el zurrón, el Bernabéu esperaba que su héroe todavía pudiera marcar el tanto que le diera al hat trick. Y llegó. Un penalti claro por empujón a Modric llevó a CR7 al punto de penalti. Su golpeo por abajo, junto al palo derecho acabó en la red. Objetivo cumplido en lo personal y en lo colectivo. Fue el momento en el que Mourinho le dio descanso. También el partido se dio un respiro. El miércoles, en Copa, la cosa tendrá más tensión. Y Cristiano buscará seguir con su racha.