Ántoni Daimiel se declara antimadridista

El periodista ha asegurado que le "repatea" la actitud de algunos madridistas





P: ¿De verdad se cree que es la barba lo que hace mejor jugador a Sergio Rodríguez?

R: Yo creo que sí y se lo he dicho a él en privado. Y me ha dicho que no se la va a quitar. Hay algo en lo de la barba que tiene su efecto en los rivales o en sí mismo como plus de seguridad o madurez. Esto de la barba, el look, el pelo y tal en un momento determinado de la carrera de un jugador le puede influir. Le pasó a Gasol. Cuando se dejó el pelo largo y la barba pegó un subidón en su producción. En realidad es una gilipollez, pero es un tema en el que estoy bastante interesado. Incluso busco por Internet a ver si encuentro situaciones en el pasado que demuestren mi tesis.

P: "Pues yo he hablado sobre Mourinho con bastantes entrenadores de 1ª y 2ª división. Sólo recuerdo a uno al que le entusiasmara". ¿No delate a los detractores si no quiere, pero quién fue el entusiasmado?

R: Fue el año pasado. Teníamos un programa, la Liga a Debate, al que vinieron muchos entrenadores. Al acabar, nos sentábamos a picar algo y hablábamos de muchas cosas. Me llamó la atención que todos estaban cautivados por Guardiola y el juego del Barça. Sólo hubo uno al que se le vio identificado con el juego de Mourinho: Emery. Bueno, y un poco Lotina.


P: ¿Como atlético que se declara es también antimadrista?

R: Va un poco en el precio. Hay acontecimientos que te van empujando a ser antimadridista. Lo del derbi tantos años sin ganar, una época de arbitrajes que perjudicaron mucho. Y luego, el madridista tiene una relación con el Atlético que a mí me molesta. A veces hasta de compasión. "No, si mi segundo equipo es el Atleti; si cuando juega con otro, yo quiero que gane", dicen. Esto a mí me repatea. Y es mentira además. Te lo dicen como limosna a la puerta de la iglesia. Y luego, ya como periodista, me ha molestado el ‘panmadridismo'. Ha habido épocas que todo era el Madrid, el Madrid, el Madrid. Tanto para ensalzar como para fustigar. Ahí los medios se han pasado de rosca.