Acusado de ser un jugador ‘tosco', poco elegante y deficiente técnicamente, Khedira ha tenido que soportar ninguneos constantes a lo largo de estos 3 años como madridista. Él, con su trabajo y fútbol, se está empeñando en demostrar que todas esas acusaciones no se sostienen por ningún lado.
Ante los ingleses, el germano tuvo un 86% de efectividad en el pase. De los 51 pases que intentó, 44 llegaron con éxito a su destinatario. Una porcentaje de acierto sólo al alcance de los mejores ‘peloteros'.
Khedira supo mezclar el pase en corto, con los toques en apoyo y el pase largo. Una variedad que vino bien a un Real Madrid bastante atascado en la segunda parte. Precisamente, en el segundo acto, un gran centro suyo casi supuso el 2-1 por mediación de Coentrao.
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