Aquel Real Madrid, de la mano de Manuel Pellegrini, acudía al estadio azulgrana como líder. Los blancos realizaron un gran partido y pudieron adelantarse por medio de Cristiano Ronaldo, pero Víctor Valdés lo impidió.
Con 1-0 para el Barça, el portugués se internó en el área entrando por la izquierda y cuando ya se encaminaba hacia la portería, fue derribado por Piqué, que levantó las manos asustado y sabiendo que había ‘metido la pata'.
Un penalti muy claro no pitado, que dejó al Madrid sin opciones y que ‘catapultó' al Barcelona al liderato. Parece que Roura no recordaba ayer ese pequeño detalle en rueda de prensa.
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