Cristiano lideró un 'chorreo' histórico para meter al Real Madrid en la final de Copa

Partidazo del Real Madrid en Barcelona, con victoria por 1-3 incluida, que le da a los de Mourinho el pase a la gran final de la Copa del Rey. Cristiano Ronaldo, con dos goles, fue el mejor del partido y volvió a ganarle su batalla particular a Messi.





No era pura matemática, pero seguramente pocos, o muy pocos, pensaban que el Real Madrid se iría de Barcelona sin marcar ningún gol. Evidentemente, los que pensaran que los blancos tendrían un rosco en su marcador a la finalización del partido no pueden ser considerados visionarios, sino más bien todo lo contrario. De hecho, los propios jugadores locales tenían claro que si querían pasar la eliminatoria tendrían que hacer al menos dos goles. Por parte del Madrid, un poco más de lo mismo. Un gol era obligatorio por física, un segundo lo era más bien por salud.

Sea como fuere, lo cierto es que los de Mourinho salieron a Barcelona con el mismo traje y la misma colonia que viene usando allí en los últimos tiempos. Si el año pasado se llevó la Liga allí, la pócima era evidente que funcionaría también para intentar pasar a la final de la Copa. Presión arriba cuando lo demandaba el guión, nada de amedrentarse, y confiar en la inspiración (que siempre suele llegar) de Cristiano Ronaldo en su faceta de goleador.

Sólo habían transcurrido 12 minutos de partido, cuando el gran protagonista de la previa del partido, el colegiado Undiano Mallenco, tuvo que tomar la primera gran decisión del encuentro. Falta clara de Piqué sobre Cristiano Ronaldo dentro del área culé. El árbitro no lo dudó. Penalti. Por mucho que Piqué protestara la repetición le dejaba en evidencia. El delantero portugués del Real Madrid ya había hecho el 80% del trabajo. Le restaba el otro 20%, que consistía en transformar la pena máxima. Pinto le bailó una sardana para tratar de desconcentrarle. Ni por esas. Cristiano le pegó fuerte, a su izquierda y abajo. Pinto hizo lo contrario. Gol. Y récord, primer jugar que marcaba en seis clásicos consecutivos como visitante. Casi nada.


A partir de aquí, le tocaba al Barcelona exponerse más. Eso tenía un premio muy goloso para el Real Madrid en forma de contragolpes. Con Cristiano, Özil, Di María e Higuaín como posibles finalizadores, los de Mourinho se compactaron para intentar evitar triangulaciones y paredes cerca de la portería de Diego López. Messi tuvo una falta que salió rozando el lateral de la meta madridista. También tuvo sus conatos de ocasión el Madrid, con varios lanzamientos de Cristiano Ronaldo, que alternaron graderío y manos de Pinto. Al descanso, el clasificado para la final de Copa era el Real Madrid.

El segundo tiempo iba a ser la mejor demostración de lo que es el Real Madrid. Un equipo absolutamente mortal en el contragolpe, con un verdadero líder, Cristiano Ronaldo. El delantero portugués fue, de largo, el mejor del partido y barrió del campo a Messi en ese duelo particular que ambos tienen cada vez que se ven las caras.

Ficha técnica

FC BARCELONA 1: Pinto; Alves, Piqué, Puyol, Alba; Busquets, Xavi (Thiago, min.73), Cesc (Villa, min.59); Pedro (Tello, min.71), Messi e Iniesta.

REAL MADRID 3: Diego López; Arbeloa, Varane, Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso (Essien, min.84); Di María, Özil (Pepe, min.78), Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Callejón, min.70).

GOLES.0-1. Min.13, Cristiano Ronaldo (p). 0-2. Min.57, Cristiano Ronaldo. 0-3. Min.68, Varane. 1-3. Min.89, Alba.

ÁRBITRO: Undiano Mallenco (Col. Navarro). Amonestó a Piqué (min.12), Puyol (min.40) en el FC Barcelona y a Arbeloa (min.37) en el Real Madrid.

ESTADIO: Camp Nou, 95.002 espectadores

Con el 0-1, los de Mourinho sabían que si defendían con fuerza y con firmeza, el Barcelona seguiría dejando espacios a su espalda, un auténtico trozo de carne fresca hacia el área de Pinto para las ‘hienas’ madridistas. El gol que casi mataba el partido llegó en un balón largo de Khedira que encontró las piernas de Di María en carrera. Puyol intentó seguirle, sin embargo, el catalán quedó retratado ante un recorte magistral del fideo. El chut del argentino lo sacó Pinto como pudo, pero no pudo adivinar que el rechace la caería al héroe de la noche, a Cristiano Ronaldo. El luso bajó el cuero, lo acomodó y con la zurda la clavó en el fondo de la red. Un auténtico mazazo para el barcelonismo, un subidón para el madridismo. Los culés necesitaban en ese momento tres goles para echar al Madrid de la Copa. Una misión imposible.

Si dos goles eran casi irremontables, hablar de tres era para vaciar el estadio por completo y agachar la cabeza. Precisamente con la testa llegó el 0-3. Un orgasmo blanco en forma de cabezazo de Varane, que volvió a ser titular y jugó un partidazo. Su abrazo paternal con Mourinho, con saltos incluidos, dejaba ver el crecimiento de un chaval que no es que vaya para crack, es que ya lo es. De hecho, en esta eliminatoria ha marcado dos goles y se ha doctorado. Un diamante que ya luce sin necesidad de pulirlo mucho más.

La goleada blanca hizo que el Camp Nou fuera borrándose a pasos agigantados de la remontada. La superioridad del Madrid había sido tal que casi no había ganas ni de discutir la victoria de los blancos en Barcelona. Alba maquilló el resultado con un postrero tanto de soso sabor.

El pitido final de Undiano Mallenco desató la alegría de los 500 madridistas que se hacían escuchar en territorio culé con sus cánticos a favor de su equipo y de sus jugadores. Varane, Di María, Xabi, Khedira, Özil, Cristiano y compañía lo habían conseguido. Se mofaron de las apuestas que les daban por perdedores y se metieron en la gran final de la Copa del Rey. Del Rey Cristiano.