Valores, señorío y humildad. Es lo que nos llevan vendiendo desde hace años desde Barcelona. El Real Madrid, dicen, ha perdido todos sus principios, y en Barcelona hay un buenismo exacerbado, son casi como santos. No obstante, parece que los 'santos' en realidad no lo son tanto. Así quedó reflejado con el gesto de Jordi Alba tras el gol de Messi que significaba el 1-1 en el Bernabéu. El lateral azulgrana sacó un dedo a pasear realizando un gesto que muchos consideraron como una peineta. ¿Lo fue o no? Sea como sea, feo gesto del carrilero culé, que acabó yéndose de Chamartín escaldado.
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