¡¡Esto ya huele a semifinales!!

El Real Madrid ganó con comodidad al Galatasaray en el partido de ida de cuartos de final de la Champions y ve muy cerca el acceso a las semifinales de la competición.





Cuando las bolas del sorteo emparejaron a Real Madrid y Galatasaray prácticamente todo el mundo tenía claro que había un favorito evidente en esta eliminatoria. Tirando de porcentajes, podría decirse que la cosa estaba 80-20 para los de Mourinho. No sabemos si los jugadores del equipo turco estaban dentro del ‘pesimista’ 20%. Si no lo era lo parecía. Al menos por su salida al campo. Desde el primer momento, los turcos se vieron inferiores, y dejaron maniobrar a los blancos con cierta facilidad. Especialmente en la línea de tres cuartos del campo, donde Xabi Alonso y Özil comenzaron a filtrar balones interesantes en los compases iniciales.

Fue precisamente antes de cumplirse el minuto 10 de partido cuando el Madrid le dio el primer bofetón al Galatasaray. En una pelota interior de Özil que encontró a Cristiano dentro del área, eso sí, algo escorado hacia la izquierda. Había dos posibles formas de resolver el ‘marrón’, golpear fuerte o tirar de sutileza. El madridista prefirió la segunda, y picó el balón ante Muslera. El Bernabéu rompió a aplaudir a su siete.

Con ese tanto, el tufillo en el Bernabéu era de intentar ampliar el marcador para afrontar la vuelta en el infierno turco con un colchón que no hiciera daño en la espalda. De hecho, los aficionados del Galatasaray se sacaron de la manga cinco o seis bengalas en el graderío del Bernabéu. Un ejemplo de lo que les espera a los blancos en Turquía. Sin embargo, como el público ni juega ni mete goles, fue el Madrid el que volvió a tocarle la cara a los otomanos. Y lo hizo el jugador que probablemente más necesitaba gritar un gol, Benzema. Su aparición en el segundo palo fue vital para subir el segundo de la noche al luminoso. La diferencia y, sobre todo la renta, comenzaba a ser más que interesante para un partido con ida y vuelta. Por si esto fuera poco, Diego López salvaba antes del descanso una clara ocasión del Galatasaray con una pierna más propia de un pulpo que de un humano. Eboué se quedó con cara de no saber qué había pasado para no haber marcado. La respuesta seguramente la podría buscar en Lugo, lugar de nacimiento del portero blanco.


Ficha Técnica

Real Madrid 3: Diego López, Essien, Sergio Ramos, Varane, Coentrao, Xabi Alonso, Khedira, Özil (Özil 79’), Di María (Pepe 85’), Cristiano y Benzema (Higuaín 64’)

Galatasaray 0: Muslera; Eboue, Nounkeu, Semih, Riera (Amrabat 82’); Altintop (Bulut 77’), Selcuk, Felipe Melo, Sneijder (Zan 46’); Yilmaz y Drogba

Goles: 1-0 Cristiano Ronaldo (9’), 2-0 Benzema (29’), 3-0 Higuaín (73’)

Árbitro: Svein Oddvar Moen. Amonestó a Nounkeu, Felipe Melo, Yilmaz, Essien, Xabi Alonso, Ramos, Modric

Estadio: Santiago Bernabéu (78.000 espectadores)

El 2-0 que adornaba el luminoso del Bernabéu tenía una doble posibilidad de movimiento con dos finales muy distintos. Si marcaban los turcos, la eliminatoria seguía siendo blanca, pero ya no tan puro. Por el contrario, si el tanto era del Madrid, el Galatasaray ya tenía medio pasaporte en el bolsillo para no volver a viajar por Europa más esta campaña en la Champions.

Lo cierto es que la segunda parte del partido fue una batalla táctico-resultadista de órdago. Ambos entrenadores tenían claro que el próximo movimiento del marcador podría ser el que dejara las cosas más claras para la vuelta. Y el que volvió a incrustar el puño en el mentón de su rival fue el equipo de Mourinho. Además, el autor del tanto fue Higuaín, que hacía más de un año que no veía puerta en la máxima competición del fútbol europeo. Su testarazo acabó en la red de Muslera, y dejó finiquitado el partido y con ello, y al 99%, también la eliminatoria.

Con la renta de tres goles, al Madrid ya sólo le quedó salvaguardar su portería. Dejar la portería a cero, algo que los blancos no habían conseguido en toda la temporada en Champions, también era una reválida de cara a este cruce, que en su partido de ida volvió a demostrar el buen momento que vive Diego López bajo los palos del Bernabéu. Además del marcador, a los blancos les dio tiempo a descargar de tarjetas tanto a Xabi Alonso como a Sergio Ramos, que no jugarán en Estambul, pero estarán limpios para el casi seguro partido de ida de semifinales. Fue una noche redonda. Perfecta. Ya la décima ya no está tan lejos.