El gesto de Arbeloa con Karim Benzema es de los que hacen vestuario, de los que cierran filas en torno al grupo. El salmantino no tiene brazalete de capitán pero se comportó como tal al pedirle a los aficionados que agradecieran el esfuerzo de Benzema. El delantero francés falló varias oportunidades de gol claras, pero lo intentó hasta que fue sustituido por Morata. Precisamente en el cambio Arbeloa se acercó a animar a Karim y volvió a pedir apoyo a la grada. Los aficionados supieron ver entonces el pesar de Benzema por haber fallado y le dedicaron una sonora ovación de despedida.
De este modo, de una probable pitada se pasó a una ovación gracias a la exigencia de Arbeloa, que demostró sus galones ejerciendo de líder sobre el césped. Y es que Álvaro sabe de sobra que el estado de ánimo de Benzema influye mucho en su rendimiento deportivo. Unido a su buen hacer en los dos laterales en lo que va de temporada, da la sensación de que el salmantino va a ser este curso un hombre fundamental en todos los sentidos para Ancelotti.
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