Poca claridad, falta de ideas, inferioridad táctica... Se pueden decir muchas cosas del derbi del pasado sábado en el Bernabéu, y lo que resulta más evidente es que la victoria del Atlético de Madrid se fraguó en el centro del campo. Carlo Ancelotti apostó por una dupla Illarramendi - Khedira que no fue capaz de sobreponerse al trabajo en la media del conjunto de Diego Simeone. La entrada de Modric dio algo más de clarividencia al juego merengue, pero no fue suficiente y además se puede achacar en parte al cansancio del Atlético.
Con ésas, el madridismo se dio cuenta una vez más de cuánta falta hace Xabi en este equipo. El centrocampista donostiarra ha sido la brújula del Real Madrid durante las cuatro últimas temporadas, convirtiéndose en guía y líder del equipo desde la línea medular. La sinfonía merengue siempre ha sonado mejor bajo la batuta de su mejor director de orquesta. Y es que Xabi aporta trabajo en el centro del campo como el que más y al mismo tiempo genera fútbol. Es un todoterreno que hace funcionar al equipo y que provoca cortocircuitos en los rivales.
Visto lo visto, probablemente Carlo Ancelotti tiene marcada en su calendario la fecha de regreso de Xabi Alonso. Por el momento, parece ser que esta semana empezará a trabajar sobre el césped. Después de un tiempo corriendo en una máquina autogravedad, se probará sobre el verde y la esperanza del míster es que responda bien y pueda empezar a entrenar en pocos días. De cara al futuro, su renovación por uno o dos años más sería una bendición. Especialmente si vuelve a dar al Madrid el punto que le falta para poder competir a la altura de sus rivales.
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