Fernando Martín: la mayor tragedia del baloncesto español

Era el domingo día 3 de diciembre de 1989, a eso de las 15:20 horas, cuando Fernando Martín sufrió un aparatoso accidente de circulación que le costó la vida. El pívot estaba lesionado y no podía jugar el partido del Real Madrid ante el CB Zaragoza por unas molestias lumbares. Antes de acudir al pabellón, tenía que recoger a su compañero Quique Villalobos y en ese trayecto fue donde tuvo el accidente, al incorporarse desde la carretera de Barcelona (N-II) a la M-30 en dirección norte. Su Lancia Thema se saltó la mediana e invadió el carril contrario impactando contra un Opel Kadett cuyo conductor sobrevivió. Su muerte conmocionó al deporte español e internacional por lo que Fernando significaba.

Reacciones a su muerte

Las reacciones a su muerte no se hicieron esperar, pero pocos sintieron su fallecimiento como Fernando Romay, uno de sus mejores amigos en el vestuario: "Principalmente era un amigo, aparte del líder del vestuario era una persona a la que si algo iba mal siempre podías contar con él, apoyarte en él. Siempre tenía las ideas muy claras, muy definidas y era el soporte de todos. Aparte del terreno deportivo, el humano. Su ideal de vida siempre fue vivir muy tranquilo y deprisa, nunca le gustó el protagonismo que tenía por su calidad humana. Él siempre decía que quería irse de una manera rápida, pero nunca pensamos que fuese tan rápida", comentó el ex jugador tras su muerte. El presidente del Real Madrid en ese momento, Ramón Mendoza, también lamentó su muerte públicamente: "Se ha ido uno de los nuestros, un mito del Real Madrid, universal y madrileño". 

Su paso por el Real Madrid

El Real Madrid fichó al que probablemente haya sido el mejor jugador español de baloncesto de su historia en el verano de 1981. El club blanco se adelantó al Joventut para hacerse con los servicios del pívot, en ese momento de 19 años. 10 millones de pesetas hicieron que el equipo blanco, dirigido por Luis de Carlos, pudiese llevarse el gato al agua. Las negociaciones fueron arduas, pero finalmente el club blanco convenció al Estudiantes, su club de origen, y a su padre, Ricardo Martín. Durante cinco temporadas en el club, Martín vivió los mejores años de su carrera deportiva, convirtiéndose en el mejor pívot de España y de los mejores de Europa y conquistando cuatro títulos de ACB, dos Copas del Rey y un Mundial de Clubes. En esta primera etapa de blanco, además, alcanzó una final de la Copa de Europa, en 1985.

Ese mismo año fue seleccionado por los New Jersey Nets en la segunda ronda del Draft, en la posición 38. Fue el primer español en ser incluido en el Draft, y posteriormente sería el primero en jugar en la mejor competición de baloncesto del mundo. Sin embargo, tras ser elegido, Martín pudo firmar un contrato tras completar el campus de verano de los Nets y rechazó hacerlo, quedándose una temporada más en el Real Madrid, en la que ganó Liga ACB y Copa del Rey.

Los inicios de su carrera deportiva

Su carrera deportiva comenzó cuando ya tenía 15 años. Fernando Martín estudiaba en el colegio San José del Parque y durante su infancia y adolescencia se dedicó a otros deportes. Primero fue jugador de balonmano, también fue campeón de natación de Castilla hasta en cinco ocasiones y también le gustaban otras prácticas deportivas, como el judo o el tenis de mesa. Todas las actividades se le daban bien, pero ninguna como el baloncesto. Y fue Mariano Bartivas, en 1977, quien se dio cuenta. El ex jugador de Estudiantes y entrenador del equipo de baloncesto de su colegio le animó a probar fortuna en el equipo colegial y en la temporada 1978-79 ya estaba jugando en categoría juvenil con el cuadro estudiantil. Un año más tarde, debutaba con el primer equipo y al siguiente era titular indiscutible pese a su edad Junior.

Problemas de salud en la infancia

A pesar de que siempre fue considerado un portento físico, lo cierto es que sus problemas de salud cuando era un niño fueron fundamentales para que terminara convirtiéndose en un deportista de élite. De niño padecía reuma de corazón, al igual que su hermano Antonio, y los doctores le recomendaron a sus padres que hiciera deporte desde pequeño para que con el desarrollo la dolencia desapareciera, tal y como sucedió. Todas las disciplinas eran buenas para él, pero el baloncesto terminó siendo su vida.

NBA y regreso al Real Madrid

Los Portland Trail Blazers ficharon en verano de 1986 al pívot madridista. Fernando Martín se convirtió en el primer jugador español en la NBA, aunque no tuvo suerte en su aventura norteamericana. Las lesiones le impidieron brillar a la altura que habría deseado y la falta de continuidad hizo que apenas jugara 24 partidos a lo largo de toda la temporada. Así, sólo un año después regresó al Real Madrid, aunque con menos éxito que en su primera etapa debido al crecimiento del eterno rival, el Barcelona, que en esa época contaba con jugadores de la talla de Epi o Solozábal entre otros. Aun así, pudo ampliar su palmarés con una Copa del Rey y una Recopa de Europa compartiendo vestuario con el también mítico Drazen Petrovic, quien falleció igual de trágicamente en otro accidente de tráfico, en 1993.