Viene de ganar los cuatro títulos con su club, pero la ambición de Felipe Reyes no tiene límites. Pasa por uno de sus mejores momentos como deportista y es un jugador insustituible tanto en el Real Madrid como en el combinado nacional. El hecho de ser el capitán de esta selección no es algo que le imponga al jugador blanco. Lo lleva siendo varios años en su equipo y ahora tiene la oportunidad de serlo con España. "Igual. La misma presión que antes. Aquí es muy fácil ser capitán, no tienes que hacer gran cosa porque todo el mundo viene a trabajar y a dar el 100%. El único objetivo al principio es ayudar a los nuevos para que se acoplen e integren bien en el grupo", dice.
Durante el Eurobasket se enfrentarán a los mejores equipos del continente, pero admite que no le hace especial ilusión enfrentase a uno determinado. Para conseguir el oro hay que ganarle al rival que se ponga delante. "Tienes ganas a cualquier equipo que se te presente porque queremos llegar lejos en este campeonato. Los de la primera fase son muy fuertes, es un grupo muy complicado, pero ningún Europeo es fácil", afirma Felipe en su entrevista con el diario As.
El pasado mes de mayo tuvo la oportunidad de levantar uno de los pocos trofeos que le faltaban. A su enorme palmarés se le ha sumado la Copa de Europa, una espinita que ya no tiene. "Era una espinita. Me había quedado los dos últimos años a las puertas y sabía que con el equipo que teníamos, podríamos ganarla y así fue. Me he quitado un peso de encima, era el único título que me quedaba y ahora estoy un poco más liberado. El próximo año lucharé de nuevo por todos los títulos", declara.
Cuando Felipe comenzó a dar sus primeros pasos nunca imaginó que acumularía tal cantidad de títulos. Solo buscaba pasarlo bien y divertirse. "No, para nada. Cuando empecé a jugar, lo hacía por divertirme y pasarlo bien. Pero conforme aprendía más y mejoraba, me planteaba más metas, pero nunca me imaginé que conseguiría todo lo que he logrado en estos años. Sobre todo porque nunca antes se había conseguido y hacerlo es muy difícil. Estoy ahora muy contento de echar la vista hacia atrás y ver todos estos éxitos. Pero todavía quiero más, quiero aumentar mi palmarés", argumenta.
En alguna ocasión, Willy Hernángomez ha admitido que era un sueño compartir vestuario con Felipe Reyes. Ahora tendrá la oportunidad de hacerlo en la selección y el curso próximo con el Real Madrid. "Está muy curtido, pero trataré de ayudarle en lo que pueda. Es muy trabajador y tiene un gran futuro por delante. Seguro que va a dar muchas alegrías al baloncesto español en los próximos años", comenta.
A pesar de que es un jugador veterano, asegura que todavía sigue aprendiendo día a día. Es una de las claves que le hacen rendir al nivel que lo lleva haciendo las últimas temporadas. Nunca es tarde para seguir aprendiendo y admite que se encuentra como cuando tenía 20 años. Tenemos Felipe para rato. "Claro. Los jóvenes que llegan a esta Selección vienen con ganas e intensidad. Eso te motiva y ayuda para entrenar más fuerte y dar siempre el 100%. Me siento igual que cuando tenía 20 años. Me motivo aún más correr igual que los jóvenes", dice.
El gran capitán siempre tuvo un gran espejo en el que mirarse. Su hermano, que también jugó en el Real Madrid, siempre ha sido su ídolo de la infancia. El mayor de los Reyes le ayudó mucho y le aconsejó correctamente sobre lo que debía hacer para llegar a ser lo que es actualmente, uno de los mejores jugadores de Europa: "Siempre me he fijado en él desde pequeño y ha sido mi ídolo".
A lo largo de su trayectoria se ha enfrentado a infinidad de rivales. Pero hay uno al que siempre le ha costado defender por encima del resto. Es amigo suyo y llevan más de 15 años jugando juntos en la selección. Se trata de Paul Gasol, uno de los mejores deportistas españoles de la historia. "Pau es muy difícil. Es un tipo muy grande, con mucha calidad y rápido de movimiento", comentó.
Con la salida de Mejri y Bouroussis el Real Madrid ha tenido que reforzar la pintura. Además de Hernángomez, los blancos se han hecho con los servicios de Thompkins y Taylor, este último ex de la NBA y asegura que el equipo mantendrá el nivel mostrado el curso anterior. "Tiene muy buena pinta. Mantenemos a casi los mismos jugadores y eso va a ayudar a que el equipo sea más competitivo. Vuelve a ser una temporada muy ilusionante para el madridismo, pero vamos a enfrentarnos a equipos muy difíciles que nos lo van a poner muy complicado. Thompkins es un cuatro-cinco que rebotea bien en defensa y tiene muy buena mano", admite.
Lo que no le ha sorprendido es la salida de Mejri con rumbo a la NBA. Ya durante la temporada pasada varios emisarios americanos estuvieron en Madrid presenciando algunos entrenamientos del tunecino y era algo que podía ocurrir. "Este año le vinieron a ver a los entrenamientos ojeadores de la NBA y era algo que estaba ahí, que era una posibilidad. Al final ha obtenido lo que era un sueño para él. Me alegró por él. Es un tipo que se merece ese premio", finalizó.
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