El comienzo de partido del Real Madrid fue bueno. Los primeros cuatro minutos del equipo blanco sirvieron para conseguir una ventaja de 8. Unicaja abusaba de su intensidad y cometía excesivas faltas, cargándose demasiado rápido. Sin embargo, el conjunto malagueño fue poco a poco despertando de su letargo para ir recortando y terminar poníendose por delante con un parcial de 11-2 (min.6). De ahí al final, el intercambio de golpes fue continuo para llegar al final del primer cuarto con un empate a 17, un resultado que varió demasiado en la segunda mitad.
El Real Madrid naufragó en el segundo cuarto. Los blancos no lograron igualar las ganas y la intensidad de los locales y sólo Felipe Reyes y Sergio Rodríguez dieron la talla. En apenas cuatro minutos de segundo acto, los malagueños anotaron 21 puntos. Triple a triple, con Kuminzkas y Nedovic como maestros de ceremonias, el equipo de Joan Plaza hacía mucho daño a los de Laso, hasta el punto de conseguir una ventaja de 10. En los últimos instantes de este periodo, el Real logró frenar la sangría, pero no pudo recortar demasiado y al descanso el resultado era de 46-37.
La polémica hizo su acto de presencia al inicio del segundo tiempo. Un par de faltas inexistentes de Ayón y una tercera de Felipe Reyes encendían a Pablo Laso en la banda y reflejaban que la remontada iba a estar más complicada todavía. Los primeros minutos fueron de poca anotación, pero Unicaja poco a poco comenzaba a despegar, consiguiendo una ventaja de 14 en el minuto 23 de encuentro. El Madrid no lograba reducir la diferencia de los 10 puntos y no sólo eso, sino que al final del tercer cuarto la ventaja de los malagueños llegó a ser de 20 (72-52).
En el último cuarto, el partido parecía destinado a terminar con más de 20 puntos de ventaja de los malagueños. Sin embargo, un arreón del Madrid redujo la diferencia a 13 y parecía que podía haber partido. No fue así, fue un simple espejismo. El cuadro local recuperó terreno y el encuentro finalizó con un contundente 94-79.
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