Laso, la apuesta por la estabilidad

La renovación de Pablo Laso como entrenador madridista es el ejemplo que quizá debería seguirse en fútbol: apostar por un proyecto y apoyarlo incluso cuando las cosas no han ido bien ha dado un buen resultado al Real Madrid en la sección de baloncesto en los últimos años. La apuesta de la dirección deportiva de la canasta ha sido clara: la estabilidad y la paciencia son determinantes para que un proyecto funcione. Incluso cuando se pierde, hay que analizar el trabajo que hay detrás y tener en cuenta muchos factores antes de tomar decisiones.

En el caso del técnico vitoriano, está claro que tanto su fichaje como su continuidad en los momentos más complicados han sido decisiones acertadas. Pablo Laso vivió especialmente al final de la temporada 2013-14 un mal trago, cuando perdió las finales de Liga y Euroliga. Pero el club tuvo en cuenta que llegar hasta ahí era también un logro, supo tener la paciencia necesaria y mantener el proyecto (con algunos cambios), algo que dio sus frutos logrando el pleno de títulos en la temporada siguiente: Copa del Rey, Euroliga, Liga, Supercopa Endesa y Mundial de Clubes cayeron en el saco.

El comienzo esta temporada tampoco ha sido sencillo después de un verano de mucho trajín para los internacionales. Ha costado encontrar el tono físico y juntar todas las piezas tras los movimientos del mercado del pasado verano, pero Laso ha conseguido ir superando obstáculos e ir logrando los objetivos a corto plazo para mantener al equipo vivo en todas las competiciones. Ahora, el Real Madrid le ha renovado porque sabe que gran parte del éxito del equipo le corresponde a él. Pase lo que pase de aquí a final de temporada, la ampliación de su contrato es más que merecida. ¿Llegará el día en que la estabilidad que está teniendo el Madrid de la canasta llegue a la sección de fútbol?