Un Real Madrid que no perdona los errores del rival (27-15)
El partido comenzó con novedades en el quinteto de Pablo Laso, con Sergio Rodríguez o Trey Thompkins de inicio, ambos fueron los primeros anotadores de un primer cuarto, donde el Real Madrid empezó muy entonado desde el perímetro. El Montakit Fuenlabrada no estaba acertado desde la media distancia, además de encontrarse con un gran Gustavo Ayón en el rebote con hasta siete y también en ataque, levantando al público del Palacio con un alley-oop del “Chacho” Rodríguez. Un primer cuarto que concluía con una diferencia cómoda para los de Laso.
Un cuarto prácticamente perfecto (60-36)
Al inicio del segundo cuarto, seguían tanto Rudy como Ayón del quinteto inicial, el mexicano fue sustituido por Augusto Lima, quién sacóuna jugada de 2+1 tras pase de Jaycee Carroll. El de Wyoming no faltaba a su cita con el triple para establecer el 39-18. Los de Jota Cuspinera dejaron en la figura de Ricardo Úriz el canastón del partido, tras una jugada en penetración y aro pasado. El equipo blanco, a pesar de la amplia ventaja no se relajaba, la intensa defensa salía a relucir, con dos tapones de Luka Doncic y la figura de Llull en ataque también, con dos canastas consecutivas. El partido se iría al descanso con un tapón tremendo de Nocioni que hizo a la gente levantarse del asiento.
Sergio Rodríguez y Thompkins, la combinación perfecta (97-57)
En el inicio de la segunda parte se pudo ver a un Real Madrid que mantenía la intensidad y la concentración. Una jugada que levantó los aplausos del Palacio, vino de la mano de Sergio Rodríguez, que se inventó una asistencia a lo “Magic Johnson” sin mirar para Maciulis. El Chacho siguió repartiendo asistencias y Thompkins anotaba. Ambos equipos encadenaron varios ataques que acababan en canasta. La réplica del Fuenlabrada llegaba de la muñeca de Alex Urtasun, quién se destapaba como máximo anotador de los fuenlabreños con trece puntos. El cuarto se convertiría en un festival de anotación que acabaría con una canasta de Rudy Fernández desde su cancha, el Palacio se llevaba las manos a la cabeza.
Fiesta completa en el Palacio, los deberes están hechos (129-81)
El último cuarto fue una fiesta sobre una victoria por aplastamiento. Dos triples seguidos, uno de Thompkins, que acabó con seis de siete en triples y otro de Carroll hacían superar la barrera de los 100 puntos, aún con más de ocho minutos por jugarse. La diferencia era abismal, de casi cuarenta puntos, por lo que la intensidad bajo con respecto a los anteriores cuartos. Cuando Sergio Rodríguez estaba en pista, se venía la fantasía, dos asistencias más del canario, que acabó con diecinueve servían para que Lima machacase el aro. Todos los compañeros buscaban la canasta de Doncic, el único jugador que faltaba por anotar, algo que finalmente no ocurrió, la única nota negativa de un partido tremendo en ataque. El próximo partido, ante Laboral Kutxa, quemando jornadas para el playoff.
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