El Real Madrid vio como se le iba el partido en la última jugada. Una última jugada bastante polémica que debería haber sido anulada por los árbitros. Con todo eso ya en el olvido, los blancos deberán sacar partido a su ventaja en la eliminatoria y muchas de las opciones de triunfo merengue pasan por un Llull que en el partido del martes descansó más de lo habitual por culpa de un mal recuento de las faltas.
Más allá del pésimo arbitraje, el Real Madrid deberá mejorar en varios aspectos si no quiere volver al Palacio a disputar el quinto y último partido. Por ejemplo, disminuir el número de pérdidas con respecto al partido del otro día. El equipo de laso perdió hasta 17 balones, una sangría que finalmente le pasó factura.
También tendrán que estar más vivos a la hora de cerrar el rebote defensivo. El Valencia Basket disfrutó de muchas segundas oportunidades, algo que lastró al equipo de Laso. El técnico merengue tendrá a disposición a toda la plantilla. Todos están en buenas condiciones y listos para ayudar, algo que no ha sido habitual a lo largo del curso.
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