En este sentido, Draper dejó Madrid después de promediar un 26,5% de acierto en tiros de campo en su primera temporada y un 22,2% en la segunda. Sin embargo, en su etapa en Turquía y Rusia esos porcentajes subieron de forma importante: 50,7% en Estambul y 45,1% en el equipo ruso.
En principio, Draper viene al Real Madrid con el rol de base suplente de Sergio Llull. En su primera etapa en el equipo de Laso se ‘limitaba’ a aparecer en los terceros cuartos para subir el impacto defensivo del equipo. Un trabajo importante pero con poca carga de minutos para un jugador de su caché.
Por eso, es posible que en esta segunda etapa veamos a un Draper que asuma algo más de protagonismo a nivel ofensivo. Evidentemente, en un equipo con jugadores como Llull, Rudy, Randolph, Thompinks, Ayón o Carroll no será nunca primer espada en lo que a la anotación hace referencia, pero sí que podrá demostrar que esa mejora en el lanzamiento, basada seguramente en la confianza de los minutos jugados, puede hacerle un jugador más peligroso para los rivales.
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