La igualdad fue la nota predominante del primer cuarto, con no demasiado acierto por parte del Real Madrid, pero el suficiente como para que los locales no se dispararan en el marcador aprovechando su fuerte salida al campo (20-15 min.10).
Eso sí, el segundo cuarto fue de grandes quilates por parte del Real Madrid. Dos nombres propios tuvo el encuentro en este tramo, Doncic y Randolph. Con el canterano y el americano bien enchufados, los blancos jugaron sus mejores minutos del partido. Al descanso, 13 puntos del chaval y 12 del ex del Lokomotiv le daban al cuadro de Laso una renta cercana a los 10 puntos de ventaja (35-44 min.20).
El inicio del tercer cuarto no fue el mejor para el Real Madrid. De hecho, un parcial de 7-0 devolvía al Baskonia a un partido que empezaba a tener mala pinta para ellos (44-50 min.23). Al final de este periodo, todo lo bueno que había hecho el cuadro blanco se había consumido prácticamente a nivel de marcador (64-68 min.30).
El último cuarto de partido tuvo dos partes, una por equipo. La inicial, claramente a favor de los locales. A base de defensa y de un acierto impropio de un partido de tanta tensión, los vascos llegaron a marcharse con siete puntos de ventaja y parecían tener el partido en su mano. Sin embargo, como ya sucediera ante Andorra, el Real Madrid sacó fuerzas de flaqueza para, con un triple de Llull a falta de 30 segundos, mandar el partido a la prórroga después de un parcial de 8-15 (89-89 min.40).
El cara o cruz de la prórroga volvió a sonreir al conjunto blanco. Con un espectacular Gustavo Ayón, que anotó y robó varios balones decisivos para su equipo, y el apoyo anotador de Llull, el Real Madrid consiguió despegarse en el marcador y terminar llevándose un partido a cara de perro con la determinación de los campeones ¡Una nueva final para un equipo de leyenda este domingo!
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