El ‘increíble’ Llull se exhibe con un partido de otra época

El equipo de Pablo Laso se impuso al Darussafaka en el Palacio con solvencia...¡y sigue líder en Europa!


Llull

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El Palacio de los Deportes vestía sus mejores galas para felicitar al flamante campeón de Copa. Con el deseado trofeo y el MVP de Llull logrado en Vitoria se realizaban los espectaculares prolegómenos antes de la batalla. El Darussafaka llegaba noveno en la tabla (11 victorias y 11 derrotas) para enfrentarse al que lidera la clasificación en solitario, el Real Madrid (17 victorias y solo 5 derrotas). Volvía el baloncesto a la capital de España y con un partido de Copa de Europade los grandes. Sin Slaughter, pero con mucha dinamita, se plantaban los turcos en el WiZink Center.  Pablo Laso salió de partida con el siguiente quinteto inicial: Sergio Llull, Jonas Maciulis, Anthony Randolph, Jeffery Taylor y Gustavo Ayón.

Sergio Llull desencadenado desde el inicio (30-14)

Empezaron las hostilidades en la capital de España y Maciulis empezó dando ventaja al Real Madrid. Wanamaker y varios errores de Taylor volvían a equilibrar la balanza, pero apareció en escena (muy precozmente) el increíble Llull. Con un triple sobre la bocina avisó de sus intenciones y posteriormente procedieron tres más a la locura. El Palacio se rendía al genio de Mahón y a sus mandarinas bajo el cántico “era campo atrás” para ‘encender’ el ambiente. Draper Thompkins se enganchaban al ‘efecto Llull’ y colaban triples que daban la máxima diferencia a los merengues (+15). El balear aumentaba sus registros con otras canastas imposibles y en el primer cuarto se elevó hasta los 19 puntos a nivel personal, un verdadero espectáculo bárbaro para terminar el cuarto 30-14 y dando un recital.

El Madrid supera los 50, al descanso (53-37)


El líder de la Euroliga se estaba exhibiendo y con Doncic y Carroll, entre otros, todavía inéditos. Ambos dieron descanso a Llull que se llevó una ovación de gala al ser sustituido. Los de Blatt, pese a la embestida del ‘23’, no le perdían la cara al partido con un Wanamaker excelso acompañado por Anderson. Laso, visiblemente cabreado, pedía tiempo muerto para frenar la reacción de los turcos. Otello Hunter se agigantaba en el rebote y el árbitro empezaba a cobrar protagonismo (nada nuevo en el WiZink) como es habitual. Rudy y Carroll, con sendos triples, demostraban que hoy era el día de tirar desde la línea de 6’75 ‘a lo Llull’. Randoplh en dos apariciones colocaba la ‘cordura’ en el electrónico a falta de pocos minutos para el descanso. Los merengues ya rebasaban la media centena de puntos con un Rudy cada vez más protagonista ySergio MVP Llull entraba, otra vez, en pista para engrosar sus estadísticas (21 puntos) y aumentar, de nuevo, la renta (53-37) al final de la primera mitad.

Los turcos aguantan el vendaval blanco (75-60)

Tras lo visto en el descanso también quedó demostrado que hay cantera ¡vaya si la hay! El Júnior y el Infantil exhibieron sus trofeos al respetable blanco al igual que los mayores. En el comienzo de la segunda mitad se siguió la misma tónica que en lo visto hasta el momento. Hunter y Llull seguían exhibiéndose en el ‘show time’ y parecía no tener fin. El Darussafaka marrando los tiros libres perdía la opción de meterse en el encuentro por momentos, Wilbekin y Anderson seguían la estela de los blancos en el marcador y Laso como en la primera parte volvía a parar la ‘sangría’ defensiva a base de gritos en el tiempo muerto. Hunter, con números potentes en el parqué, no se llevará los titulares pero fue realmente imprescindible para aumentar la renta en los momentos claves (se llevó el reconocimiento del aficionado madridista).

Llull culmina su partidazo (101-83)

Ya en el desenlace se decidía el partido. Thompkins ‘abrió fuego’ del último cuarto con un triple y Carroll forzó tres tiros libres para dar mayor ventaja a los merengues en el marcador (81-61). La ‘metralleta’ de Wyoming la sacaba a pasear en el intento de clavar la sentencia en el electrónico. Los de Blatt seguían ‘erre que erre’ con Wanamaker percutiendo una y otra vez en la pintura y acercándose en el marcador. El Real Madrid iba camino de los 100 puntos, pero no tenía la sensación de tener el partido completamente cerrado y finiquitado. Thompkins intentó que no hubiese sufrimiento en el tramo final, pero la tarea defensiva quedaba pendiente con Zigic siendo el ancla de ataque del Darussafaka. El colegiado dio más ‘alas’ a los de Estambul con una antideportiva que dejaba la ventaja, a falta de dos minutos, en +10. Ayón aseguraba la canasta que había que asegurar y Wilbekin intentaba meterla desde Turquía, pero el tiro se le salió y Luka Doncic con un triplazo sentenciaba definitivamente el encuentro. Llull, al filo de lo imposible, y desde el centro de la pista metió lo que no le entró a Wilbekin para el delirio del madridismo.