Seguramente el inicio del partido fue el que Laso pudo haber tenido…en una noche de pesadillas. Su equipo salió blando, sin apenas defensa, y con pocas ideas en ataque. Fue tan mala la puesta en escena de los suyos que a los tres minutos, después de un parcial de salida de 12-0, tuvo que pedir tiempo muerto para pedir explicaciones. Por suerte para el entrenador madridista su golpe encima de la mesa surtió efecto (19-15 min.7). Los interiores Randolph (7 puntos) y Felipe Reyes (6) fueron la tabla de salvación de los merengues en el primer acto (23-18 min.10).
En el segundo cuarto hubo rotación en los focos del ataque blanco. Si en los primeros 10 minutos habían sido los grandes, en esta ocasión le tocaba a los pequeños. Carroll se presentaba en el partido con un triple nada más salir, mientras que Doncic alternaba algún fallo con grandes acciones de mérito. Al descanso, todo igualado en Canarias (42-42 min.20).
Después de la mala salida del primer cuarto Laso debió advertir a los suyos en el descanso. El técnico no podía tolerar una puesta en escena tan mala como la del arranque y se vio a un equipo distinto. De hecho, los blancos lograron parcial de 0-9 para ponerse arriba en el marcador (45-51 min.24). Una diferencia que los blancos, en mayor o menor medida, mantuvieron para entrar en los últimos 10 minutos por delante en el marcador (56-60 min.30).
Como era de esperar el último cuarto se convirtió en una lucha sin cuartel. El resultado se apretó al máximo y las rentas del Madrid oscilaban entre los dos y cuatro puntos a su favor (70-73 min.37). Tenerife llegaba a ponerse a un punto de diferencia a falta de dos minutos, pero la reacción blanca llegó gracias a un triple de Taylor (74-78 min.38). Los de Laso ya no volvieron a darle más vidas extra a su rival y terminaron ganando con suficiencia en una de las pistas más complicadas de Liga (74-84). Los blancos siguen líderes en ACB ganándolo todo.
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