De nuevo se vuelve a imponer la lógica aunque en este caso sea en el baloncesto, y es que el Real Madrid le vuelve a ganar la partida al Barcelona en cuanto a materia de fichajes se refiere. La reciente lesión de Ayón en el hombro (deberá pasar por quirófano y estará cuatro meses de baja), sumada a la de Kuzmic (se pierde toda la temporada) han obligado al Real Madrid a ir al mercado y ya hay un elegido.
Se trata del pívot de Cabo Verde Walter Tavares. Un gigante de 2,20 metros que viene a reemplazar a dos jugadores y que conoce bien la Liga ACB de sus temporadas en Gran Canaria. Tavares se encontraba en la GLeague y en un primer momento tras lesionarse Kuzmic la respuesta fue negativa, pero tras caer Ayón, un segundo intento de los blancos con una oferta irrechazable le ha valido para hacerle cruzar el charco. Finalmente Tavares firmará por tres temporadas y pasará a formar junto con Randolph y Felipe un tándem de interiores muy respetable a la espera de la recuperación del mexicano.
Esta operación tiene además una doble satisfacción puesto que la llegada de Tavares al equipo implica que otro club que le quería: el Barcelona, se quede con las ganas de verle de azulgrana. De nuevo van tarde y mal, como en su momento con otros jugadores de la actual plantilla como Rudy, Randolph o Jaycee Carroll. Ahora Walter Tavares es otro capítulo más de fracasos culés y quizás este próximo domingo puedan ver de primera mano lo que han perdido ya que en el Palacio se juega el primer clásico de la temporada y en el Madrid están haciendo todo lo posible para que el nuevo gigante blanco se estrene con el equipo.
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